Juan Martín Lucero peleó como único punta contra los centrales del rival y tuvo varias ocasiones de gol que Sebastián Saja ahogó. A falta de tres minutos puso el 1-2 que sentenció la victoria de Independiente.
Se enteró que no jugaría Diego Vera y Lucero tuvo que situarse como centro delantero, a sabiendas de la imperiosa necesidad de marcar tres goles. Se lo notó más movedizo que de costumbre, con muchas ganas de participar y dar vuelta la historia. A pesar de eso, el arquero contrario le negó el gol en muchas chances. Tiro en el palo, cabezazos, mano a mano y hasta una de taco en el área chica; al ex Defensa y Justicia le habían cerrado el arco.
Recién a falta de tres minutos para el cierre, el Gato recibió una exquisita asistencia de Cristián Rodríguez y alcanzó su tanto. Penosamente no alcanzó para la hazaña en el Cilindro y el Rojo no ingresó a la Copa Libertadores.
¿Le alcanzará esto para continuar en Independiente? La realidad es que se necesita mucha más eficacia para ganar torneos.