¡Hace 52 años, el Rey de Copas llegó a la Luna! La historia detrás del banderín de Independiente que llevó Neil Armstrong.
El domingo 20 de julio de 1969, tres hombres quedaron en la historia por ser los pioneros en pisar el suelo lunar. Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, serán recordados por todo el mundo por lo realizado. Sin embargo, en un rincón del planeta, en el barrio de Avellaneda, nunca se lo va a olvidar por ser socios de Independiente. Si, socios del Rey de Copas.
Mientras millones de personas los miraban por televisión, ellos viajaban con un objetivo claro, ser los primeros en pisar la luna. Y además, iban con el banderín del Rojo de Avellaneda.
Un adelantado como Héctor Rodríguez, secretario de Prensa y Relaciones Públicas del club de Avellaneda a comienzos de 1969, aseguraba: «Si ellos van a ser los héroes más grandes del siglo, tienen que ser socios de Independiente».
La petición magistral fue aprobada por la Comisión Directiva de Independiente y todo comenzó de manera excelsa. “Nosotros teníamos vínculo con la gente de la embajada de los Estados Unidos porque Independiente siempre tuvo un gran desarrollo cultural. Tomamos contacto a través de Héctor Rodríguez. Y decidimos mandarles banderines a los astronautas», afirmó en diálogo con La Nación, Boris Lisnovsky. Además, agregó: “El objetivo era que llevasen algo de Independiente en su viaje y así convertirnos en el primer club del mundo en llevar su banderín a la Luna».
Todo iba encaminado de la mejor manera. El trío debía ser nombrado socio del club. Los carnets fueron firmados por Boris Lisnovsky y Aldrin fue el afiliado número: 80.399, Armstrong, el 80.400 y Collins, el 80.401. Y como si faltara algo, la NASA les facilitó sus fotos originales para que queden estampadas en las credenciales.
«Los hicimos socios, les mandamos los carnets, en donde se ve mi firma y la camiseta de Independiente. A la embajada fuimos Héctor, Pedro Iso y yo. Ahí les entregamos los elementos. Estuvimos con la secretaría de cultura, después hablamos con el embajador y nos prometió que se los iba a mandar. En ese momento no sabíamos si realmente lo iban a llevar al viaje o no. Pero tuvimos la sorpresa de que esta gente recepcionó muy bien estos regalos«, recordaba Lisnovsky.
