Federico Mancuello recordó su paso por Independiente, su amor por el Rey de Copas, su trunco retorno y los sistemáticos cambios de entrenadores que tuvo el club en los últimos años.
“Son muchas cosas que hacen que uno tenga un amor para aguantarse algunas cosas. Uno se siente identificado con el club porque si no fuera por Independiente, yo no hubiera sido jugador de fútbol, o hubiera sido en otro lado. Lo que más me llevo es el cariño de la gente por cómo soy y no tanto por títulos”, explicó en un inició Federico Mancuello mostrando su sentido de pertenencia.
Luego, al recordar cómo fue la posibilidad de retornar al club en este 2020, Mancu contó: “Recibí un llamado de la dirigencia y yo les dije que faltaban dos días para el cierre del libro pases. Les dije que, si ellos consideraban que yo era importante, iba a hacer el esfuerzo e iba a volver. Después me dijeron que hablaron con el entrenador y evaluaron que yo no era una opción. Uno va a volver cuando las cosas se den, si no es como futbolista, hay un montón de roles que te van a acercar al club, si uno se forma, las puertas siempre van a estar abiertas”.
Continuando el dialogo con Muy Independiente, el exRojo contó quien fue su mejor entrenador: “En Independiente, la llegada de Jorge Almirón a mí me benefició en un montón de cosas. Me explicó que por el medio participaba mucho más y que necesitaba que yo toque más la pelota. Fue el entrenador que mejor me indicó adentro de una cancha para sacar ventaja sobre el rival. Jorge en todo: vive el fútbol como una manera de vida y te daba el porqué de lo que hay que hacer adentro de la cancha”.
“Los jugadores que tenía un entrenador no le servían al otro; nunca podían ensamblar el estilo de juego que querían. El que mejor hizo las cosas y al que también más ayudó la dirigencia es Ariel Holan. Después, desconozco lo que sucedió con el plantel porque los jugadores que ganaron la copa se fueron yendo de a uno”, aseguró en relación a cuál era el problema que tenían los jugadores para adaptarse a la idea del DT.
Y sumó: “El problema grande que tuvimos fue querer cambiar muchas veces las formas de jugar. Veníamos de Miguel Ángel Brindisi, que es diferente a Omar De Felippe, que también es diferente a Jorge Almirón, que a su vez es diferente de Mauricio Pellegrino”.
Al concluir, recordó lo que fue su visita a la cancha del Rojo, siendo jugador de Flamengo: “Cuando voy al Libertadores de América, me dí cuenta que no estaba dentro de la lista. Lo miré desde el palco, apreté un poquito el puño y nada más. Saludé a la gente y ni miraba el partido”.
