Los resultados obtenidos durante el semestre obligan a Independiente a clasificar a Octavos de la Sudamericana.
La situación de Independiente, tanto en lo deportivo como en lo institucional, es caótica. En el último, se sabe el motivo, pero en el primero es peor de lo pensado. En 2021, el equipo había llegado hasta Semifinales de la Copa de la Liga, pero ahora no estuvo ni cerca de llegar a Cuartos, y eso que no tuvo grandes rivales.
En el certamen, el Rojo cosechó tres triunfos, siete empates, y cuatro derrotas. Los dirigidos por Eduardo Domínguez no pudieron ganarle a Aldosivi, que apenas clasificó para recibir cinco goles por parte de Racing. Además, también igualó con otros adversarios como Godoy Cruz y Central Córdoba, y perdió tanto con Lanús como con Rosario Central, los cuales quedaron abajo del Rey de Copas.
Era un grupo accesible, y ni siquiera se estuvo a punto de quedar entre los mejores cuatro. Es por esto que lo único que le queda a Independiente es ganar el grupo de la Sudamericana. Por un lado, por tratarse del Rojo, y por otro para cumplir con, al menos, un objetivo, y no quedarse con las manos vacías.
El encuentro con La Guaira, en Avellaneda, será de vital importancia, y luego habrá que definir con Ceará. Sin partidos en el medio y con más tiempo de descanso, no hay excusas para fallar. ¿Será, acaso, la Sudamericana lo que defina el futuro de Domínguez? Por lo pronto, el equipo debe enfocarse de lleno en los partidos que vienen.