Antonio Mohamed fue contundente en sus últimas declaraciones como técnico de Independiente. El Turco se hizo presente en Villa Domínico para saludar al plantel y se retiró del entrenamiento.
“Yo no tomé la decisión, la tomó anoche la barra. Ellos lo forzaron, porque deportivamente nos queda un partido suspendido que de ganarlo quedamos ahí de la punta y sin problemas con el promedio”, dijo el ex entrenador del Rojo en rueda de prensa. “Decidimos terminar el vínculo con el club de nuestra parte con el agradecimiento eterno a los jugadores. Ellos fueron los únicos responsables de que Independiente vuelva al plano internacional”, agregó.
“Anoche había gente gritando por una orden. No fue espontáneo. Comparada estuvo en el vestuario y se retiró a los cinco minutos. Discutió fuerte con alguno de los jugadores y cuando se fue apareció la barrabrava. El mensaje fue muy claro. El 90 por ciento de la gente en la cancha no insultó y un grupo de barras, mandados o no, nos echó de su casa”, dijo Mohamed al señalar a los culpables de su partida.
“Cuando un club está mal manejado las cosas terminan de esta manera. Ayer me echó la barra y eso da la pauta de quiénes son los que mandan en el club. Nosotros queríamos seguir trabajando y creo que tuvimos una buena convivencia. A muchos chicos le hicimos conocer el mundo, pero se terminó”, añadió el entrenador.
“Yo creo que la crisis no pasa por la parte futbolísitica. Acá hay que solucionar lo dirigencial. No se puede vivir y jugar con la histeria del insulto permanente, con miedo a que te rompan los autos. La gente del club debe protejer más a los jugadores, sobre todo a los chicos que son el patrimonio. Yo estoy muy tranquilo. No voy a dar nombres propios. Cada uno sabe bien cómo es y lo que hace, pero me hubiese gustado que fuesen más directo conmigo”, continuó en su descargo.
Por último, volvió a agradecer a los futbolistas y a la gente: “Le agradezco al hincha de Independiente, al que apoya de verdad y nos bancó en las encuestas para que nos quedemos. Al que nos acompañó en las alegrías y en las tristezas. Al que ayer no lo dejaron gritar en la platea”.
