Independiente perdió 2-1 con Estudiantes, pero en actitud se fue goleado. ¡Eso no se negocia!
Independiente jugó mal y volvió a perder, esta vez con Estudiantes. Es historia sabida, pero el domingo hubo un fuerte quiebre en la relación entre los jugadores y los hinchas, que se cansaron de la situación. Durante la derrota y también luego del empate parcial, los socios cantaron contra los futbolistas, que parecieron no mostrar siquiera un atisbo de vergüenza.
La diferencia de actitud entre el Rojo y el Pincha fue abismal. Mientras la visita era capaz de llevarse puesto al local, los del Diablo corrían el pie antes de llegar al choque. Así sucedió con Matías Giménez que, cuando estaba por cabecear, se corrió a un costado cuando vio que un rival lo fue a marcar. Jugadas así se vieron constantemente, y esto agotó totalmente la paciencia de los hinchas, que bastante vienen aguantando.
Jugadores como Iván Marcone, Sergio Barreto, Edgar Elizalde, Javier Báez, Damián Pérez, y Martín Cauteruccio, por nombrar algunos, demuestran partido a partido que no solo no logran hacer pie, sino que tampoco les interesa. Aparte quedan Rodrigo Rey y los más jóvenes, quienes intentan sacar adelante la situación.
Sin ir más lejos, los ingresos de Rodrigo Atencio y Braian Martínez, sumados a la presencia de Sebastián Rambert y Sergio Ortíz, le dieron más frescura al equipo. Pero cuando la situación se complica, son los más grandes los que deben aparecer, y no lo hacen.
Independiente hoy está a la deriva. El equipo lleva nueve partidos sin ganar en el torneo, con seis empates y tres derrotas, y no hay signos de mejoría. Hubo errores en el mercado de pases, y Pedro Monzón falla en el sistema de juego, pero los referentes no ayudan desde adentro. Si no les importa la situación, den un paso al costado y denles lugar a quienes si quieran ayudar. En el Rojo no hay lugar para cobardes, menos cuando la situación es tan delicada como hoy.
