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Nos devoran los de afuera

Perdimos ante Banfield merecidamente, que haya sido sobre el final casi no interesa, en Arroyito fue al revés y no cambió nada. A esta altura lo único importante es el funcionamiento colectivo y la integración del plantel de cara al próximo año.

Volvimos a jugar mal, a ser inferiores al rival. De no ser por Assmann, con errores graves y todo, estaríamos peor ubicados en la tabla. La defensa es inocente, apática. El mediocampo lento y la delantera totalmente inofensiva, solitaria. Tenemos como único recurso ofensivo los remates de afuera del área de Montenegro y Núñez. ¿Alguien se acuerda de cuando fue la última vez que tuvimos más de un mano a mano a favor en un partido después de una jugada elaborada?

Todo esto se agrava cuando no aparece casi ninguna autocrítica. Si uno no ve los partidos y se basa en las declaraciones de los protagonistas llega a pensar que este equipo tiene mala suerte y que tendría que estar mucho más arriba en la tabla. Sin embargo no es así, está donde se merece porque juega horrible.

Vuelvo a pedirle humildemente a Pepé que empiece el recambio para ver qué jugadores se quedan con él y cuáles se van. Y sino, ojalá que ya lo tenga muy claro, porque no le queda mucho tiempo para sacarse dudas. Hay algunos como Luna, Puertas, Ledesma (el delantero) y Depetris (¿No se llegaron a preguntar si este chico realmente existe? ¿Alguien lo tocó o habló con él?), que prácticamente no tuvieron ninguna chance de mostrarse en Primera por distintas lesiones. Sería bueno saber si están a la altura de la camiseta o no y para eso nada mejor que verlos jugar. Y en caso de que no haga falta, alguien debería explicar para qué se los compró. Además están los juveniles del club, sobretodo el Patito Rodríguez, quien nunca tuvo la continuidad necesaria para dejar de prometer y empezar a cumplir.

Con este panorama ya tenemos suficientes tristezas como para encima soportar una peor. No me importa si alguno tiene razón, quien hablo de más, de menos. Ojalá en dos semanas se calmen las aguas…
Bocha, Pepé, nos duele muchísimo lo que está pasando, no podemos tomar partido por uno de ustedes, los queremos a los dos, tienen la misma sangre, del mismo color que nosotros. Por eso, aunque a veces no opinemos igual o nos enojemos, somos como hermanos. Y se sabe lo que pasa sino estamos unidos.

Javier Brizuela para Infiernorojo

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