Independiente ganó dos partidos y reavivó la llama de la lucha por la permanencia. No es que se hubiera apagado el fuego, pero cada vez quedaba –y queda- menos leña. Es que para que las brasas ardan hacía falta más aire y el viento sopló desde el nordeste, desde tierras paraguayas, en los pies de Adrián Fernández. El pibito en dos partidos metió tres goles y quema.
Tampoco vamos a decir que esto es un incendio, pero si no se perdió la esperanza antes, menos ahora. Sobre todo porque Quilmes sigue irregular y Argentinos Juniors no levanta cabeza. Todavía no tengo claro cuán vende humo es Caruso Lombardi, pero que haya sacado solo 2 puntos de los últimos 15 que jugó me da una pauta.
Lo mejor:
1. El triunfo del Rojo, segundo al hilo, y sin margen de dudas.
2. La derrota de Argentinos Junios ante el puntero Lanús.
3. La remontada de San Lorenzo –que ya se nos escapó- ante Quilmes.
4. La victoria de Rafaela por sobre San Martín de San Juan. Por cierto, después de ver mil veces la jugada que derivó en el segundo penal, yo veo contacto. Sutil, pero falta al fin. Mención aparte para los que hablan de arreglo: que expliquen por qué van a dejar a Rafaela con un jugador menos, estando un gol abajo, si lo quieren favorecer.
En pocas palabras, el fin de semana perfecto.
Lo que viene:
De ahora en adelante se acabaron los misterios: el Rojo tiene que ganar, y Argentinos y Quilmes tienen que perder. Aunque esta fecha vendría bien la excepción de que el Bicho y el sanjuanino empaten.
Si todo sale redondo, Independiente sale de la zona de descenso. ¿Será mucho pedir? Ojalá que no.
