El club perdió a Fabricio Bustos por una absurda norma de la FIFA, el Rojo tiene que imponer su postura y marcar un precedente para evitar esto en el futuro.
Las noticias de hoy en Independiente indican que Fabricio Bustos dejó el club, a quien le quedaban seis meses de contrato con el Rey de Copas y se fue por una irrisoria cifra al Internacional de Porto Alegre. Para colmo, esa no fue la única información, también estalló algo que era un secreto a voces y ahora se oficializó. Domingo Blanco podría dejar el club en la misma situación, tras estar en el mismo contexto contractual y de momento decidir no renovar y podrían sumarse más.
Para colmo, podrían correr con la misma suerte Andrés Roa y Gastón Togni, los cuales en junio de 2022 también se quedan libres y hasta el momento no renovaron su contrato, pudiendo correr con la misma suerte que Fabricio Bustos de llegar al peor escenario. El 1 de enero de 2020 la FIFA cambió su normativa, explicando que cualquier jugador que le queden seis meses de contrato y no quiera renovar puede negociar por su cuenta e irse directamente con el pase en su poder a otra institución, sin dejar ganancia.
De esta manera al club que pierde el futbolista no le queda dinero, a menos que se vaya en ese lapso de seis meses que quedan y reciba un pequeño resarcimiento, como ocurrió con Bustos, el cual debía irse en junio y se marchó en enero por poco dinero; también, en el mejor de los casos, puede darse un pequeño resarcimiento económico sin tener la obligación legal.
Quien escribe estas líneas sostiene que desde el Rojo deben anunciar una medida ejemplificadora, anunciándola previamente, y llevarla adelante desde ahora hasta que esta absurda normativa de FIFA continúe. Cualquier futbolista que se encuentre en este litigio de quedarle un semestre y aún no renueve no tendría que jugar, siendo de este modo suplente o practicando con la Reserva. Esta medida fuerte y ejemplificadora sería correcta para sentar las bases del club.
A su vez sería un precedente en el futbol y dejaría en claro que el club no se dejaría perjudicar tan fácilmente. No obstante, vale la aclaración; esto no busca cargar contra los futbolistas, los cuales son trabajadores y pueden tomar cualquier decisión, solo posicionar el escudo del club y sus intereses, no dejándose perjudicar tontamente por esta regla que beneficia unos pocos.
