Independiente hizo todo mal y lo pagó con su eliminación en la Copa Argentina.
Independiente perdió por 2 a 1 ante Tigre y de esta forma quedó eliminado en los dieciseisavos de la Copa Argentina. El Rojo, que no acostumbra a tener buenas actuaciones en este torneo, tuvo una performance desastrosa y en ningún momento logró imponer condiciones durante los 90 minutos.
En esta ocasión, los dirigidos de Falcioni tuvieron números superiores al rival pero esto no supuso un dominio propiamente dicho en lo futbolístico. El equipo estuvo desconectado del encuentro y en varias ocasiones se vio a los jugadores desanimados y cansados. La actuación de Independiente, a pesar de contar con un 58% de posesión de pelota y con 6 disparos al arco, fue apática. Hubo un cambio de actitud luego de recibir los goles, pero duró poco y nada.
Una de las cosas que se suele rescatar de este equipo es la seguridad de la defensa y los pocos tantos en contra que recibe. Hoy fue todo lo contrario. Se notaba desconcentrados y dubitativos a los defensores, en especial al Chaco Insaurralde quien tuvo injerencia en los dos goles del Matador. En el primero llega tarde a la marca de Magnin, autor del primero de los rivales, y en el segundo tiene un error de lectura de seguir con distancia a Protti y no taparle el disparo. El resto de la defensa se comportó de similar manera. En el segundo levantó su nivel Bustos, pero también tuvo errores en el primer tanto de Tigre. El rival aprovechó las indecisiones de la defensa, fue certero y convirtió 2 de sus 3 disparos al arco de Milton Álvarez -no pudo hacer nada ante esas dos muy buenas definiciones-.
En ofensiva, el Rojo tuvo los problemas de siempre. Ya ha pasado en varios partidos donde a Independiente le cuesta llegar de manera clara al arco rival. Los jugadores manejan bien la pelota hasta ¾ pero después se nublan y las jugadas terminan en nada. Pasó en la eliminación contra Santos por Copa Sudamericana, pasó en el último partido del torneo y hoy fue igual. Independiente tuvo 6 disparos y solo convirtió 1. Es lógico errar esa cantidad de goles cuando las jugadas no se dan de manera limpia y encima los jugadores deciden mal. Un desempeño así por parte de los delanteros en un cotejo del torneo pasa desapercibido, pero en un encuentro decisivo y de eliminación directa lo pagás caro.
En un mata a mata, Tigre supo jugar y aprovechar los errores de Independiente. Por el contrario, los dirigidos por Falcioni hicieron agua y quedaron eliminados con el clásico frente a Racing a la vuelta de la esquina. A ponerse de pie y levantar la cabeza para afrontar el único objetivo que queda: el campeonato.
