Independiente se juega en dos partidos parte de su futuro. Precisa una hazaña, algo que este escudo conoce muy bien y más en estas citas.
Independiente es un descalabro institucional y político, con una deuda que alcanza el monto más alto en la historia del club y un panorama político totalmente difuso, en el que de un lado y del otro muestran sus miserias y egos lejos de pensar en el club. En medio de eso el equipo se jugará gran parte del futuro del club en dos partidos, teniendo una chance muy remota y dependiendo de un milagro, algo que este club conoce muy bien al tratarse de copas.
A lo largo de estos años Independiente perdió gran protagonismo en el plano deportivo, teniendo un momento de gloria con la llegada de Ariel Holan que nos reencontró con la historia y esa estirpe copera que tiene este equipo. Antes y después de su paso no se pudo mostrar ese brillo, pero sin dudas el Rey de Copas tiene ese algo especial que lo caracteriza ¿será la mística? Llamémoslo así si se quiere, pero esta y es irrefutable.
El propio Holan alguna vez expresó post título obtenido: “Independiente es el rey de hazañas” y sin dudas así es, cuando no fue un triunfo con ocho hombres en Córdoba fue la insolencia de dos jóvenes que tirando paredes en Italia dieron una intercontinental, o un Bufarini empujándola para dar vida; o el avioncito de Rambert ante Boca, el equipo del Turco Mohamed que sacaba chapa en la copa y así podría seguir enumerando párrafo tras párrafo.
Sin dudas la actualidad del Rey de Copas no es la mejor, con un equipo que trata de mantenerse ajeno al cumulo de impericias que llevan adelante a la institución y un entrenador que aporta conceptos y calma en medio del ruido. Este jueves Independiente saltará al terreno de juego y exhibirá sus manos, como en tantas gloriosas noches de copa, donde buscará poner ese brillo copero e ir por un milagro ante su gente. Todo pasa, la gloría es eterna. ¡Hay que alentar al campeón!
