Independiente necesita liberar el cupo de Francisco Silva para poder inscribir a Andrés Roa y, además de Newell’s, apareció un segundo equipo interesado en llevárselo.
Andrés Roa trota en Villa Domínico sabiendo que, hasta que no aparezca una vacante en el cupo de extranjeros, no podrá debutar con la camiseta de Independiente. La dirigencia y el cuerpo técnico se mueven para encontrarle una salida a Francisco Silva, más allá de los intereses desde Europa por Renzo Bacchi -tuvo sondeos de la Fiorentina-.
El chileno debería ser vendido o, en todo caso, despedido para no contar más con sus derechos federativos. No hay préstamo que valga, ni al fútbol local ni a ligas internacionales, ya que esa posibilidad es única y fue ocupada con la transferencia de Fernando Gaibor al Al-Wasl de Emiratos Árabes.
Con todo esto sobre la mesa, la comisión directiva del Rey de Copas lo ofreció a Newell’s y tenía todo avanzado, pero en el medio apareció una opción que seduce más a Silva. Se trata de la Universidad Católica de Chile, club donde nació deportivamente.
En la misma modalidad que con la Lepra; el Rojo debería abonar un porcentaje alto del sueldo (se especula con un 50%) para que los Cruzados accedan y compartan gastos. Está muy avanzado y podría cerrarse ante la inminente llegada de Lucas Romero. El chileno ingresó en el complemento ante Defensa y Justicia, en lugar de Nicolás Domingo.
