Independiente tuvo todo para cerrar otra goleada en la vuelta con Fénix, tal vez incluso más abultada que la anterior, pero no pudo. ¡Mirá por qué!
Cuando empezó a rodar la pelota en el Libertadores de América, se vieron rápidamente las intenciones de Independiente. El local, con el resultado a su favor, jugó tranquilo e hizo correr la pelota, sin generar un desgaste excesivo, y con el correr de los minutos fue encontrando espacios. Fénix, sin respuesta alguna, solo pudo ver cómo el Rojo tocaba de un lado al otro.
Dicho esto, el resultado era de un 4-0, o tal vez más, pero el más grande apenas se llevó un 1-0 que fue poco para el desarrollo del partido. ¿Por qué? Porque falló en los metros finales. De 27 remates que intentó el Diablo, apenas seis tuvieron destino de gol, y uno solo entró.
Uno de los que más intentó, por cuestiones de posición probablemente, fue Silvio Romero. El Chino trató en cinco oportunidades de quebrar la valla del rival, y solo en una logró tirar al arco, que fue justamente el gol del triunfo. En contraparte con el 20% de puntería que tuvo el goleador, Pablo Hernández intentó apenas dos veces, pero ambas tomaron rumbo a la portería.
Siguiendo casi la misma línea que Romero, Alan Velasco quiso probar en cuatro oportunidades los reflejos de Guillermo De Amores, y solo uno de los intentos fue contenido por el portero charrúa. Sin embargo, Lucas González no corrió con la misma suerte, puesto que Saltita trató de quebrar la resistencia del arquero uruguayo en tres ocasiones y ninguna lo preocupó.
Hasta ahí, hay 14 remates, de los cuales ya se cuentan cuatro de los seis que tomaron rumbo a la valla rival. Los otros dos fueron uno de Alexander Barboza y otro de Andrés Roa, mientras que el primero tuvo un tiro que no llegó al arco contrario y el otro tuvo cuatro.
Con 21 intentos de 27, solo falta ver de quiénes fueron los seis restantes, de los cuales dos corresponden a Lucas Romero, uno a Fabricio Bustos, otro a Lucas Rodríguez, otro a Alan Soñora y el restante a Federico Martínez. Independiente tuvo incontables oportunidades para ampliar la ventaja y no las aprovechó, algo que ante un rival de mayor jerarquía como Lanús deberá cambiar si quiere seguir en la Sudamericana.
