Fue sorpresa su incorporación, cuando en la pretemporada sonaban los delanteros de “jerarquía” que tanto esperaban los hinchas, llegando desde Mendoza y desde el Ascenso a Avellaneda. Fue sorpresa en la semana, cuando el Tolo lo incluyó en la lista de concentrados para el partido contra Godoy Cruz. Fue sorpresa al comienzo del segundo tiempo, cuando ingresó desde el banco por un Leonel Núñez que en la balanza había alternado más fallas que aciertos. Con la número 20 en la espalda y haciendo su presentación, fue sorpresa para todos en la noche fría del Sur, para todos menos para él.
Ya en las primeras intervenciones se lo vio inquieto, con ganas de comerse la cancha, corriendo todas, buscando todas, ganando la mayoría y generando los primeros aplausos de la parcialidad roja. A los 19′ de la segunda etapa, de una jugada suya con desborde y centro rasante se produjo el penal para Independiente, que un minuto después convirtió en gol Gandín (segundo suyo en el torneo ). El “pelaaado pelaado” bajaba ya de las gargantas de todos los hinchas del Rojo.
Tanto fue a buscar que se ganó la amarilla cuando de pícaro intentó ganarle al central del equipo visitante un mano a mano estirando el brazo. Ayudó en la defensa también, tirándose al piso a recuperar en una contra que parecía peligrosa.
Parecía que transcurridos los minutos había agotado todas sus energías, pero a los 42 del segundo tiempo llegó el último esfuerzo, una guapeada bárbara, otro buen desborde y centro atrás para que después de mil rebotes (tanto hay que sufrir para cerrar un partido) Ignacio Piatti, quien había reemplazado al Chipi, la empujara y pusiera el 2-0 definitivo. De ahí en más sólo quedó tiempo para la merecida ovación final.
Es bueno para el Tolo saber que tiene una variante más que interesante a cual recurrir. Es bueno para Independiente saber que por fin parece haberle pegado en una de sus apuestas. Es bueno para los otros delanteros, que ahora saben que detrás suyo hay un jugador con todas las ganas de triunfar y ganarse un lugar. Así como llegó se fue, tranquilo, recibiendo saludos y abrazos de todos. No es Figueroa, no es Pavone, es Martín Gómez, el delantero que vino de Mendoza y que esta noche no dejó “pelado” a Independiente.
De Carlos Maidana para InfiernoRojo
