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Pelota de tiento: ¡Lluvia de goles!

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En el almanaque glorioso de Independiente el viernes 25 de febrero de 2000 no es una fecha que albergue copas, ni títulos ni mucho menos hazañas. Así y todo quedará siempre guardada en las retinas de los más acérrimos hinchas del Rojo, pues aquel día el equipo de Enzo Trossero apabulló 8-1 al Argentinos Juniors de Chiche Sosa. Una goleada histórica. No sólo por el resultado sino por la diversidad de ingredientes que luego degustamos todos.

En la impávida noche de viernes una copiosa lluvia caía sobre el verde césped, el fenómeno ocurría en la entrañable Doble Visera. Allí, abigarrados en las históricas tribunas de cemento, poco más de 15 mil valientes protagonizaban una función memorable. Gozaban y deliraban. No les importaba el contexto. Pues el amor por los colores inmunizaba sus cuerpos: la lluvia era agua bendita para ellos. Todos temían la suspensión del partido; sin embargo, en un guiño del destino el temporal comenzó a mitigar su intensidad con el desarrollo del match.

Caía la noche y, en la oscuridad de Avellaneda, emergió la figura del gran símbolo del club: Gabriel Alejandro Milito. Un defensor a ultranza de la estética para el quite. Un especialista del anticipo. Un tiempista de aquellos. Un pibe que con sus precoces 20 años daba muestras cabales de liderazgo. Era un caudillo en potencia  y, de apoco, empezaba a sentirse Mariscal.

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“La mala salida de Sanzotti en el gol de Milito -a los 30- fue la clave del encuentro. De allí en más Independiente hizo pesar su jerarquía individual y convirtió todas las situaciones que generó”
, aseguró la Revista El Gráfico. Y así fue, porque ese zurdazo trajo consigo un vendaval de goles: a los 37 Daniel Montenegro, recto al balón y de tiro libre, fusiló al desamparado uno rival. El Diablo ya dominaba ampliamente. Cinco más tarde, el Rolfi tras asistencia de Cascini, pisó el área y vulneró nuevamente. Y ya en tiempo cumplido “entrando al área la pelota le quedó con fortuna a Bruno Marioni. Otro bombazo y 4 a 0. Demoledor. “Pensar que Argentinos tenía controlado el partido en la media hora inicial (…)”, comentó, al día siguiente, Fernando Gourovich en el Diario Clarín.

En el complemento el Rey de Copas propinó cuatro certeros golpes y noqueó definitivamente a un Bicho desteñido. “Independiente fue una aplanadora”, tituló Clarín quien le brindó una página entera a la magnifica actuación del 10. Daniel Montenegro había completado su noche soñada tras el frustrado paso por el Olimpique de Marsella. “Tres goles, un pase gol, participación activa en cada intento ofensivo de su equipo (…) al Rolfi le salieron todas bien y la gente se lo retribuyó con una ovación”, describió El Gráfico que lo calificó con un diez. “Mostró todo lo que es capaz, se hizo cargo del equipo, se movió muy bien a las espaldas de los volantes y cambió de frente en los momentos adecuados”, agregó el Maestro Bochini, el verdadero dueño de la 10.

Histórica y trascendental. Memorable y gratificante. Esta velada significó un antes y un después en la vida futbolística de Gaby. Cristian Diaz suspendido y Raúl Cascini inhabilitado, forzaron a que por primera vez Enzo Trossero le entregase la cinta de capitán al pibe oriundo de Bernal. De este modo, casi por accidente, quizás por intervención del destino, nacía “El Gran Capitán”: un apelativo del cual no se deprendería jamás.

“Fue un partido atípico, el resultado no mereció ser tan abultado”, sostuvo muy cauto Enzo Trossero. A su vez, desde sus escasos 20 años, Montenegro, convencido, añadía: “Tenemos equipo para ser campeón”. Estuvo cerca  de concretarse el augurio. Pero en esta carrera semifondista, el Rojo tropezó en los últimos 200 metros y culminó escolta, a seis puntos del campeón River Plate.

Una desazón inconmensurable invadió a Gaby Milito. Allí fue cuando se juró internamente no irse hasta salir campeón. En 2002, tal como prometió, fue figura y símbolo del equipo del Tolo. Y al año, nomás, emprendió viaje hacia el viejo continente. Casi sin saberlo emigraba tras diez años de haber dejado el alma por su Rojo querido. Casi sin saberlo en su equipaje se llevaba el grato recuerdo de ese 25 de febrero de 2000.

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Síntesis del partido:

25 de febrero de 2000, Fecha 3, Independiente 8 -1 Argentinos

Estadio Doble Visera.

Goles: 30 Milito, 37´Montenegro, 42’ Montenegro, 45’ Marioni, 60’ Marioni, 67’A Montenegro, 69’ Montenegro, 85’ Forlán y 88’ Schiavi(AAAJ).

Independiente:
Mondragón; Martínez,Pena, Milito,Ramírez; A. Montenegro, Cascini, Cambiasso; D. Montenegro; Marioni y Graf.

Argentinos:
Sanzotti; Arca, Schiavi, Denis, Cogliandro, Monzón, De la Vega, Insúa, Gómez, Osorio y Cervera.

Expulsados: ST 2’ Monzón (AAAJ).

Árbitro: Fabían Madorrán.

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