Sebastián Penco rescató que el equipo nunca bajó los brazos y realizó un paralelismo con su situación individual: “Me daba bronca ser tan resistido sin que me hayan visto jugar 2 partidos seguidos”.
Sebastián Penco realizó una síntesis de lo que fue el campeonato de Independiente: “Sabía que era complicado. Un grande en esta categoría es difícil. Pasaron muchas cosas malas, muchas piedras en el camino, uno miraba los diarios, escuchaba la radio, las páginas y todos los días era una mala noticia. Pero el grupo nunca supo bajar los brazos y por suerte nos llegó la suerte sobre el final”.
En diálogo con InfiernoRojo Radio, el delantero se refirió a su situación personal: “Al principio me daba mucha bronca ser tan resistido, cuándo no me habían visto jugar ni siquiera 2 partidos seguidos. Yo quería jugar, 3 o 4 partidos y si mi rendimiento era malo, me iba sólo. No me iba a quedar a robar, no me quedé por la plata. Tenía ganas de pelearla y sabía que iba a tener mi chance. Por suerte pude aprovecharla, pude revertir la situación y terminé jugando. Fue un acierto quedarme”.
En consecuencia, habló sobre los goles que le tocó convertir: “Yo creo que el gol con Ferro marcó el inicio de la levantada. Yo dije que si jugábamos el resto del torneo como ese segundo tiempo, ibamos a ascender. Después, el gol contra Douglas nos dio el envión para pelearla y el gol ante Instituto en Córdoba nos acomodó para pelear sobre el final”.
En relación al partido con Patronato, Penco consideró: “Quizás nos relajamos, pero también nos sirvió para darnos cuenta que contra Huracán teníamos que jugarlo con la misma intensidad que lo hicimos en Córdoba. Por suerte pudimos cumplir el objetivo”.
Por último, a la hora de elegir un jugador del plantel en esta temporada, rescató a Federico Insúa: “El Pocho llegó y quizás no le tocó jugar tanto, pero jamás puso mala cara, jamás tiró para atrás. Incluso en el último partido no le tocó entrar y siempre estuvo apoyando. Yo creo que cuando entró, lo hizo bien y aportó al equipo. Conmigo se portó bárbaro, apenas llegó no paró de motivarme y de decirme que iba a tener mi chance”.
