Pese al incesante aliento antes, durante y post partido ante San Lorenzo, cuando el micro del plantel se retiraba del estadio, un grupo de aproximadamente 60 hinchas despidió a los jugadores entre cánticos agresivos e insultos. De no creer.
El grito de “guerra” del grupo hinchas que se encontraba en las afueras del Libertadores de América fue: “Jugadores, la c….. de su madre, a ver si ponen huevos, que no juegan con nadie”. Los futbolistas, inmutables, se subieron al micro sin hablar ni reaccionar.
El que peor la pasó fue Darío Gandín, lejos el más reprobado. El Chipi recibió todo tipo de insultos de la gente que esperó la salida del micro, pero se la bancó sin chistar. El que no se quedó callado fue Américo Gallego: “La gente no puede estar contenta porque venimos de dos derrotas consecutivas, pero para salir campeón hay que alentar a los jugadores“, disparó, ofuscado, el DT.
En el partido no ocurrió nada de esto. Hubo aliento desde el minuto cero y, pese a la derrota, el público despidió con aplausos al equipo y con el clásico: “Y dale, y dale, y dale Rojo dale”. Queda claro: esos 60 desubicados lejos están de representar a los más de 30 mil que coparon otra vez el ELA.