Aunque la zona mas frágil del equipo es, evidentemente, la defensa, se puede explicar el momento de Independiente desde los números de los goleadores. Mas si se los compara con los de los demás equipos. Principalmente, los atacantes de los rivales del Rojo en la lucha por el ascenso.
Los dos máximos artilleros del club son Daniel Montenegro y Facundo Parra, con nueve tantos cada uno. Es una escasa cantidad para un equipo como Independiente, que debería estar peleando el torneo y con buenos rendimientos de sus puntas. La realidad marca que al equipo le cuesta muchísimo convertir. Y si a eso se le suma que en cada llegada a fondo los adversarios lastiman, se hace muy difícil.
En cuanto al capitán, su realidad muestra algo parecido a lo que le pasó al equipo: arrancó mal, levantó bastante con la llegada de Omar De Felippe y luego bajó. Con Miguel Ángel Brindisi, en las primeras cuatro fechas, hizo dos de penal -ante Brown de Adrogúe y Aldosivi, ambos en el Libertadores de América-. Terminó de explotar con De Felippe, ya que marcó bastante y seguido. Uno ante Villa San Carlos, dos golazos ante Talleres, uno ate Unión de penal y dos golazos ante Ferro Carril Oeste -uno de tiro libre-. Al finalizar la primera mitad, a fin del 2013, llevaba ocho y estaba a poca diferencia del goleador de Banfiled, Andrés Chávez. Pero luego, desde la fecha 17 ante Ferro hasta el golazo de tiro libre contra Crucero del Norte en la fecha 34, no había vuelto a gritar. El bajón del Rolfi también coincidió con el bajón del equipo, ya que el Rojo se potencia o minimiza mucho con lo que haga o deje de hacer el número diez. Y si además de que tuvo un largo tramo sin inflar las redes, se tiene en cuenta que un tercio de esos goles fueron de penal -y que uno de los que hizo se lo habían atajado y pudo repetirlo, además de que se erró uno ante Huracán cuando el trámite estaba 0 a 0- , hay que marcar las estadísticas de Montenegro con un asterisco.
Respecto a Facundo Parra, también con nueve tantos, se lo puede ver desde dos lados. Uno, que sacando los tres ante Talleres, sólo hizo seis en el resto del campeonato. Otro, que cada gol sirvió para sumar: los dos para darlo vuelta ante Sarmiento de Junín, uno para ganar en San Francisco ante Sportivo Belgrano, uno para abrir el duelo contra Douglas Haig, uno para cerrar el encuentro con Instituto, otro para abrir la cuenta ante Brown de Adrogué y el triplete ya mencionado con el conjunto cordobés. O sea, que Parra sacó adelante con sus gritos los partidos contra Sarmiento, Sportivo Belgrano y Talleres. De hecho, el equipo logró con él en cancha mas del sesenta por ciento de los putos y cerca del quince por ciento sin él. Pero, aún midiendo la importancia del nueve para el equipo, son muy pocos goles para un goleador.
Así y todo, 18 de los 37 tantos de Independiente en la B Nacional son de ellos dos. Prácticamente, la mitad. Diego Rodríguez de penal ante Banfield, Gabriel Vallés ante Ferro, Samuél Cáceres ante Huracán, Banfield y Douglas Haig, Hernán Fredes ante Banfield y Almirante Brown, Federico Mancuello ante Aldosivi e Independiente Rivadavia, Marcelo Vidal ante Gimnasia de Jujuy y Patronato, Martín Zapata ante Instituto, Matías Pisano ante Atlético Tucumán, Crucero del Norte y Brown de Adrogué, Adrián Fernández ante Boca Unidos, Cristian Menéndez ante Crucero del Norte y Sebastián Penco ante Atlético Tucumán y Banfield son los demás que se hicieron presentes en las redes. O sea: el máximo anotador del Rojo, sin contar a la dupla Montenegro-Parra, es un defensor: Cáceres. Eso lo dice todo. A Independiente le cuesta muchísimo marcar.
Desde ahí también se puede analizar el rendimiento del equipo. Porque, si se tiene en cuenta la campaña de los demás delanteros, se puede ver que el goleador Martín Lucero -de Defensa y Justicia- tiene 21. Mas que la dupla del Rojo juntos y mas que todos los demás futbolistas del equipo. Y Brian Fernández, también del Halcón, tiene 9. Lo mismo que Montenegro o Parra.
Ernesto Álvarez, de Crucero del Norte, tiene 15. Igual que Andrés Chávez, que estuvo también un largo tiempo sin marcar pero que tuvo a su socio que cumplió: Santiago Salcedo tiene 13. Incluso, el tercer atacante del Taladro, Ricardo Noir, suma 9. Lo mismo que los goleadores Rojos. Juan Martín, de Instituto, tiene 12. Y su compañero, Lucas Favalli, 9. En el medio, están Mariano Guerreiro -Brown de Adrogué, 14-, Gonzalo Krusener -Talleres, 12-, Ramón Ábila -Huracán, 12-, o Luis Rodríguez -Atlético Tucumán, 11-. Incluso Martín Fabro, en la parte de abajo de la tabla con Brown de Adrogué, empata con 9 a la dupla de Independiente.
Sumando los goleadores de cada club, Banfield suma 37 -15 Chávez, 13 Salcedo y 9 Noir-. También Defensa y Justicia, ya que Lucero tiene 21, Fernández 9 y Claudio Guerra 7. Lo mismo que todo Independiente.
Y otro detalle, no menor, es que varios equipos encontraron la solución desde adentro. Lucero y Chávez son del club. Tienen 22 y 23 años, respectivamente. Serán muy redituables para una venta a futuro. Y, mientras tanto, son capaces de resolver trámites complicados en los dos conjuntos que se cortaron solos en el torneo y pelean cabeza a cabeza por el primer puesto. Incluso Ernesto Álvarez, aunque es paraguayo y viene del River Plate guaraní, tiene 25 y resultó una buena inversión. El Rojo, en cambio, hace rato que no puede resolver su economía vendiendo juveniles de la cantera. El único punta salido de las inferiores es el paraguayo Adrián Fernández, que no juega mucho y sólo tiene un gol.
