Cristian Menéndez se sacó la mufa y pudo convertir en uno de los partidos en los que más buscó el arco rival. Había jugado 666 minutos en partidos oficiales y no había podido gritar ningún gol propio.
Llegó como delantero de área. Fue el primero de tres, porque más tarde arribó Sebastián Penco y Facundo Parra. Es más, este último se quedó con la titularidad por historia, trayectoria y el puñado de goles que marcó cuando tuvo la posibilidad. Sin embargo, una lesión le permitió al Polaco Menéndez tener una nueva chance y esta vez aprovechó.
En el primer tiempo probó de zurda, pese a que el Rolfi estaba solo por el otro costado y ante un buen centro de Pisano ganó un rebote y al querer rematar perdió equilibrio y el arquero se quedó con el pelotazo débil.
Más allá de todo lo que luchó en la etapa inicial todo el mundo Rojo estaba expectante. Es que la gente quiere ver un 9 de área y el Polaco no juega a eso. Recién en este encuentro ante Crucero del Norte se lo vio un poco más comprometido con el ataque y con su presencia en el área.
A los 6 minutos tomó la pelota Daniel Montenegro que la abrió para Pisano. El zurdo se metió para el centro y descargó en Zapata que, de primera, se la dejó al Rolfi dentro del área y éste, sin detener su marcha, le sirvió el gol a Menéndez. Apenas con la punta de su botín izquierdo y casi pegándole mordido el Polaco pudo marcar el segundo de Independiente y el primero suyo con la casaca del Rojo.
Sí, se sacó la mufa. Igual, tiene que luchar menos, jugar más en el área y buscar el arco con el hambre que sólo caracterizan a los delanteros goleadores.
