Independiente atropelló a Aldosivi y lo goleó 3-0 con goles de Facundo Ferreyra, Leandro Fernández y Damián Batallini. ¡Así si da gusto verte, Rey!
En la apertura de la fecha 18, Independiente recibía a Aldosivi en Avellaneda. El Tiburón, necesitado, podía ser un duro escollo, pero nada de eso pasó. El Rojo no se complicó y, desde el arranque, lo dominó. Con Lucas Romero en un gran nivel y el ataque con mucha contundencia, el local se impuso durante los 90 minutos.
Desde el arranque, se vieron las intenciones. Los marplatenses, con más dominio de la pelota, mientras que el Rey de Copas se dedicó a jugar más rápido. Con el Perro en un gran nivel, el mediocampo se hizo un lugar de paso para los de Avellaneda, y así llegó el primer gol. Luego de un pase bochinesco del es Vélez, Facundo Ferreyra definió con gran calidad para poner el 1-0 a los 16 minutos.
Pero faltaba más. Independiente seguía enojado, enfurecido, y Aldosivi lo padecía. El mediocampo se hacía un festín con el rival, que la pasaba mal y necesitaba urgentemente que termine el primer tiempo. Sin embargo, el Rojo estaba decidido a liquidarlo, y lo consiguió: A los 32 minutos, Leandro Fernández se escapó por la derecha, enganchó y, de zurda, estampó el 2-0.
La segunda mitad seguió siendo un baile. Resignado, Aldosivi ya estaba totalmente entregado, y el Rey de Copas no le daba lugar a la reacción. De hecho, Lucas Romero había puesto el 3-0, pero Hernán Mastrángelo sancionó un offside de Leandro Benegas. Sin embargo, más tarde, Fernández entró por la izquierda, le cedió el balón a Damián Batallini, y el ex Argentinos marcó el 3-0 definitivo.
Luego, solo era cuestión de tiempo para que el triunfo sea una realidad. Una vez que Mastrángelo pitó el final, el desahogo se notó con creces en las caras de los futbolistas. Con Lucas Romero y Leandro Fernández en niveles extraordinarios, Independiente consiguió tres puntos que le sirven para tomar aire y mirar con más optimismo hacia adelante. Falta mejorar, pero el equipo no cometió el error de replegarse en el complemento y ganó con mucha autoridad. ¡A seguir así!
