La defensa de Independiente tuvo una tarde negativa en el Mario Alberto Kempes.
Tristes, sin ser aguerridos, sin seguridad. Extraño en ellos. Fue una mala tarde para los cinco de la última línea. Desde que inició el partido se notaba que comenzaban a aparecer fisuras que no se venían viendo. Lo cierto es que Independiente perdió 3 a 1 frente a Talleres por, nuevamente, ceder un partido por descuidos propios.
Hoy no hubo excepción alguna. Los cinco futbolistas de la defensa tuvieron un muy flojo partido (sobre todo en el primer tiempo). Los dos goles de la T llegan por errores propios: En el primero, Bustos despeja para al medio y dentro del área. En el segundo, los atacantes del conjunto cordobés entraron al área chica con total comodidad y el tercero, otro error del lateral derecho.
Bustos no fue el mismo de siempre, tuvo una bajada de tensión notoria con errores imperdonables en este partido. Los tres centrales no fueron aguerridos, no impusieron la firmeza que demandaba para los delanteros fuertes de Talleres. Y por el lado de Togni, hubo una intrascendencia que también llamó la atención.
No sabemos si será la causa de este flojo nivel, pero se hace sentir la partida de Alan Franco. Venían con confianza los tres de atrás. Pero este rendimiento de hoy no se deberá volver a repetir porque Independiente lo va a padecer; y más aún, cuando se viene Racing en una semana.
