El DT se cansó de las idas y vueltas y tendrá reuniones trascendentales en las próximas horas.
Cuando llegó a Independiente a fines de diciembre de 2019, Lucas Pusineri sabía que afrontaría un primer mercado totalmente austero. Y así fue, no le trajeron a nadie y se realizó una primera depuración en un plantel muy viciado, luego de los pasos de Ariel Holan y Sebastián Beccacece.
Luego de dos buenas experiencias en el fútbol colombiano, Pusi fue escogido como un DT de la casa dispuesto a arreglárselas con lo que tenía a mano. Todos de acuerdo; Independiente necesitaba un entrenador con bajas pretensiones y él quería una chance en el Rey de Copas. Después de 13 partidos con claros altibajos -un 5-0 y una derrota vergonzosa a la semana siguiente-, el fútbol se detuvo en Argentina.
En el medio llegó Jorge Burruchaga para ocupar un cargo muy solicitado por los propios jugadores, hinchas, periodistas y hasta directivos del club. Hacía falta un intermediario, un hombre de experiencia en el fútbol que tenga las herramientas para ser Manager.
El inconveniente es que el técnico sigue perdiendo jugadores, con un plantel que superó el gran conflicto de las intimaciones, pero que decrece todas las semanas. El recambio no existe, porque hasta ahora sólo se han ido futbolistas y las caras nuevas responden a aquellos que regresaron de sus préstamos o a juveniles que pisan Primera División.
Fueron muchas las reuniones que se celebraron entre los dirigentes, el Manager y el técnico desde marzo hasta la fecha. Incluso el sábado pasado Pablo Moyano, Jorge Damiani, Héctor Maldonado y Burru se juntaron con Pusineri en Villa Domínico para definir los supuestos refuerzos. Pero después de las luchas por el arquero, el cinco y el nueve, las situaciones de Ezequiel Muñoz y Federico Martínez colmaron la paciencia del entrenador. Jamás se pusieron de acuerdo.
Este jueves habrá una importante charla entre Pusineri y Gustavo Goñi, su representante, para clarificar los pasos a seguir respecto a su vínculo con el club. Más allá de los ofrecimientos para dirigir en el extranjero, la prioridad será definir cómo enfrentar estos últimos meses de contrato, comprendiendo que en diciembre se le termina y será evaluado por Burruchaga.
Según pudo saber InfiernoRojo, el técnico pretende un sinceramiento público de la dirigencia y el Manager respecto a la política de incorporaciones. Básicamente que se sienten y aclaren que no traerán a nadie (o casi nadie) porque la situación económica apremia; para no crear falsas expectativas ni estirar negociaciones que no están dispuestos a concretar. Serán horas decisivas en el futuro deportivo del Rey de Copas.
¡Dale play a InfiernoRojo TV, en un mano a mano espectacular con Thomás Ortega, el lateral izquierdo de Independiente!
