Se va, por fin, este año en el que al Rojo le fue muy mal. Y está claro que eso repercute en todos nosotros. Los que no olvidamos el gran pasado (ya sea vivido en carne propia o ajena) y no perdemos la esperanza de cara al futuro. Los que recordamos lagrimeando a la vieja y gloriosa Visera pero miramos sonriendo orgullosos el nuevo estadio. Los que quedamos decepcionados con el equipo pero sin embargo estamos. Y que pase lo que pase seguiremos estando ahí, en el lugar que el destino nos tiene reservados para siempre, junto a nuestro querido Independiente.
Desde ese lugar nos vemos en la obligación y nos sentimos en el justo derecho a exigirle al Sr. Presidente, reelegido hace poco más de dos semanas, a cumplir con su palabra. Nuestro plantel necesita, como él prometió antes de ganar por una mayoría abrumadora, cuatro refuerzos de categoría, “de esos que se ponen la camiseta y juegan”. Y sin embargo pasan los días y nos invade la preocupación, al igual que a Pepé.
Que tal no viene, que ese otro es caro, que se viene una bomba, que se esta hablando con uno de los buenos, que empezó otro capitulo de la novela de Gustavo López…
¡Noticias de ayer, extra, extra! No queremos que nos hablen de Suazo, Crespo y Ayala y venga Gandín. Tampoco que nos digan que Insúa es una posibilidad para luego decir que es caro, cuando desde su entorno afirman que nadie del club se comunicó para demostrar interés. ¿Cuando se lo empezó a nombrar pensaban que era barato? ¿A que se llama precisamente un jugador caro? ¿No lo terminan siendo mucho más pases como el de Moreno y Luna, por citar solo dos ejemplos (me estoy mordiendo la lengua para no nombrar un montón más)? Caro pero el mejor, decía una publicidad de electrodomésticos…
Sería genial, sin dudas, pero no creo que sea posible conseguir cuatro jugadores de categoría baratos. Si el Papu Gómez es hincha y tiene las características que buscamos. ¿Qué estamos esperando? ¿Cómo es posible que esté cerca de Racing?
Es muy cierto que por estas épocas hay que llenar espacios en los medios y que muchos colegas se verían mejor en una verdulería. Pero también lo es que a muchos “se los hace decir tal cosa” para tener a los hinchas ilusionados.
No queremos espejitos de colores, no tenemos porque comer paleta cuando nos prometieron jamón, no quiero ver otra vez a este equipo sin figuras y con un final cantado. No quiero ver a nadie ni siquiera mirando mal a Pepé.
Quiero que cumplan y no fallen, no hay margen de error. Si no hay plata y eso es por el estadio y está todo clarito y detallado está bien, se entiende. ¿Pero no nos deberían avisar? Si no se pueden pagar refuerzos de categoría, ¿para que prometerlos? ¿Qué clase de campeonato económico ganamos entonces?
Día de los inocentes hay uno solo al año y es el 28 de diciembre, espero no nos hagan creer que dura un par de semanas y es cada seis meses. Ojalá cumplan con las promesas y así podamos tener un feliz año nuevo. Es el deseo de corazón para todo el pueblo Rojo.
Javier Brizuela para Infiernorojo
