Independiente le ganó 3-0 a River gracias a los goles de Nicolás Tagliafico, Diego Rodríguez, de penal, y Juan Martín Lucero. Gran partido del conjunto de Mauricio Pellegrino que le ganó en toda la cancha y en todo momento. Pisculichi se fue expulsado en el final del primer tiempo.
La gran mayoría de los hinchas del Rojo vive la previa de un partido ante el Millonario con la sensación de que se sabe que para ganarle se tienen que alinear todos los planetas. La gran mayoría de los hinchas del Rojo no se esperaban un partido así. Independiente lo pasó por arriba a River en el Libertadores de América.
Le ganó en la mitad de la cancha, donde le cortó el juego y las aspiraciones de crecer en el campo de juego a los de Marcelo Gallardo. Le ganó de arriba en las áreas. Le ganó con la pelota a las espaldas de los laterales. Le ganó en la zona de volantes por la soledad de Kranevitter. Le ganó en el resultado y en la actitud.
No había llegado mucho el Rojo, salvo un buen centro de Juan Manuel Trejo que Martín Benítez no llegó a conectar de cabeza, cuando abrió el marcador. Iban 5 minutos exactamente cuándo Jesús Méndez envió un centro al área chica para el ingreso de Nicolás Tagliafico que de palomita gritó el 1-0.
Con la diferencia a su favor, hubo un rato en el que River intentó y por momentos pareció manejar las acciones del encuentro, pero fue poco. Lo cierto es que Independiente fue construyendo su victoria y fundamentándola, sobre todo. Y tanto fue así que a los 34 minutos amplió la ventaja. Benítez, dentro del área, se paró astutamente para que Casco se lo lleve por delante y Pittana cobrara penal. Diego Rodríguez se paró frente a Barovero y puso el 2-0.
Después sólo quedó tiempo para la expulsión de Pisculichi y para un par de acciones que Trejo desperdició. Con ese panorama se fueron al descanso. Y si bien el Millonario salió con todo en el complemento, el Rojo comenzó a llevarlo para su idea. Lo esperó y lo dañó de contra. Claro está que recién pudo doblegarlo en la red una vez más cuando Pellegrino envió al terreno de juego a Juan Martín Lucero.
Antes, se pueden contabilizar varias contras de Independiente y la misma cantidad de errores en el equipo que dirige Marcelo Gallardo. Es más, en una de esas instancias, Diego Vera le rompió el travesaño a Barovero.
Pellegrino comenzó a meter mano en el banco de suplentes. Así fue que ingresó Federico Mancuello con una gran ovación y con la cinta de capitán en su brazo. Más tarde, el Gato Lucero reemplazó al Cebolla y fiel a su costumbre en estos últimos cotejos, recibió una gran habilitación de Ortiz y definió de punta rasante ante la salida de Barovero para el 3-0 final.
Hacía cinco años que Independiente no derrotaba a River como local y que no lo hacía por tres goles desde aquel recordado 4-1 en 1996. Hacía mucho que Independiente no venía en racha como ahora. Por eso la gente festejó, ovacionó, aplaudió y se regaló un final de domingo a pura alegría.
