Los Hinchas del Rojo fuimos particularmente castigados en los últimos años. Desde aquel lejano Campeón del 2002, no hemos vuelto a ver a un Equipo.
Entiéndase: hubo pinceladas de Agüero con Falcioni, y de Rolfi, Denis y Ustari con Burruchaga y Troglio. Pero Fútbol, de ese que reconocemos en nuestro acervo identificador, no.
Ya de poco sirven los análisis sobre las ventas, las compras y el destino de esos dineros. Estamos en la línea de largada de un nuevo Torneo. Allá vamos.
Es cierto que la esperanza de ganarlo es -como pocas veces ha sucedido- muy chica. Por cierto, estamos más atentos a encontrar una evolución en este plantel antepenúltimo en 2008 que ha soñar glorias de podios o copas.
Por eso, hay un solo pedido que nos congrega a Todos: por favor, no nos roben la alegría. No, por favor : Queremos ver Futbol.
Que ir a la cancha o encender el televisor no se vuelva el mismo tedio irritante de las últimas temporadas. Que la actitud del plantel y el deseo de satisfacernos sea el mismo desde el minuto 1 hasta el 95. Que a la falta de imaginación en el terreno no la supla la bendita letanía del “cero en el arco propio”, esa que nos ha llevado a este bodrio estético conformista que nada tiene que ver con Independiente y que, dicho sea de paso, no nos regaló ningún campeonato.
Creyente en un esquema conservador “hasta que el equipo encuentre su ritmo”, Santoro aparece hoy una vez más -como en cada interinato- preocupado en reforzar una retaguardia que, en rigor, jamás dejó de ser un colador.
Difícilmente la solidez defensiva llegue a ser distinta (mismos nombres, más el arribado central del equipo colista). Cabe entonces apostar por los mejores pies para el medio y los delanteros más contundentes arriba. Como para que la famosa “manta corta” se incline, además, en favor de nuestra tradición por el espectáculo.
Pato Rodríguez, Toti Ríos, Depetris o Higuaín deberían ser los mosqueteros naturales de Rolfi Montenegro, con Vittor (más tarde Gavilán) barriendo la línea media. Núñez y Moreno, por precisión uno y por potencia el otro, deberían resolver las situaciones de área. Confío en que con ellos tendríamos Juego.
Lamentablemente, la decisión técnica recae en Pusineri, Fredes y Gandín. Sus titularidades permiten inferir que el “doble cinco” y la “referencia solitaria de área” volverán a dejar aislado de socios en la creación a Montenegro, puesto a delantero abastecido vaya uno a saber por quiénes.
Si agregamos a Moreira y Bocchino en el ala derecha, habría que preguntarse qué DT rival no explotará esa franja. ¿Acaso Vittor/Gavilán se cruzarán para solucionar el déficit congénito de Pusineri con la marca?
Hay un axioma viejo como el Futbol: si al útil (la pelota) lo tenemos Nosotros, el peligro es para Ellos. Allí se dividen las aguas. Unos obtienen la pelota sembrando la cancha de recuperadores. Otros, retienen el balón circulándolo con buenos pies.
Ambos se complementan. Pero la realidad es que no contamos con recuperadores de fuste.
Entonces ¿por qué no confiar en un equipo corto, de medios habilidosos y encaradores, que abastezcan por diferentes flancos a los tanques? Optimizar lo poco que tenemos aparece como la lógica.
Suerte, Maestro. Vamos, que se puede.
Queremos ver Futbol…y Usted también.
Por FABIO ROJO para InfiernoRojo.com
