Este domingo se jugará en el Monumental un partido en el cual los tres puntos, aunque hacen falta, son un elemento casi secundario. Independiente buscará torcer este complicado presente ante un River que también necesita recuperarse. Ambos llegan al encuentro derrotados por goleada y, en los dos casos, lo deportivo dejó a la vista los problemas institucionales.
Si bien se esperaba un duelo difícil para el Rojo contra Estudiantes, una caída por 5-1 jugando mal no estaba en la mente de nadie. Los experimentos de Gallego ( por ejemplo, Moreira de 8 ) no dieron ningún resultado, y un Pincha de suplentes y pibes aprovechó que su rival no tuvo ideas ni se encontró en el campo de juego para llevarse el triunfo.
El primero que habló fue el hincha. Desde el primer gol, hizo sentir su repudio con insultos hacia los jugadores y con el clásico “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Pero al seguir incrementándose el marcador en contra, cualquier explicación futbolística se quedó corta, y los dardos apuntaron a quien, en definitiva, armó el plantel: Julio Comparada. Y no sólo se expresó en el Ducó, sino que las quejas se extendieron también a una manifestación en la sede de la avenida Mitre.
“No puedo volver a equivocarme”, dijo el presidente del club, quien respondió a los reclamos con lo que, por ahora, es un golpe de efecto. La llegada de César Luis Menotti al Consejo del fútbol busca renovar este órgano que no dio los resultados esperados y hasta sumó inconvenientes. Su misión, en conjunto con el cuerpo técnico, será la de encontrar finalmente aquellos jugadores que no les pese la gloriosa camiseta del Rey de Copas, siempre y cuando la fragilidad financiera no lo impida.
Por su parte, el Tolo también se hizo cargo. Tras tomarse tres días para hablar, en los cuales adujo no haber podido dormir (como le habrá pasado a gran parte de los Diablos), asumió las responsabilidades diciendo que, en definitiva, él es quien elige los jugadores y los hace integrar el once inicial.
Pero a propósito de entrenadores, Gorosito lleva siete partidos sin ganar, y en la última fecha sufrió una derrota por 4-0 de manos de un Huracán que hoy sigue cerca de la punta. ¿El agravante? Hace un mes se quedó afuera de la Copa Libertadores en primera ronda.
“El peor River de la historia” rezó una de las banderas que mostraron el disconformismo de los Millonarios ante un equipo que, nuevamente no compite por nada en el ámbito local ni internacional. Es que todavía sigue abierta la herida del último puesto en el Apertura pasado tras haber salido campeón en el primer semestre de 2008.
Nada fácil para una dirigencia cada vez más cuestionada en un año electoral. Los candidatos aprovecharán cualquier paso en falso para fortalecer su propia plataforma política, y es por eso que los de Aguilar minimizan las protestas, atribuyéndolas a mensajes armados por sus opositores. A la larga, es un cóctel explosivo.
Por eso, Pipo intenta calmar los ánimos, al menos en lo que depende de él. Esta semana protagonizó una polémica por la supuesta pelea entre Gerlo y Falcao en el túnel del Ducó. Visiblemente molesto en una conferencia de prensa donde se dijo que era una muestra de conflictos en el plantel y con el propio técnico, declaró que los problemas son exclusivamente deportivos.
Tanto en Avellaneda como en Núñez, todos están en la mira. Y aunque, en definitiva, al fútbol se lo juega en la cancha, cualquier resultado sumará o restará para los inconvenientes de dos grandes en crisis.
