Ante Aldosivi, Independiente volvió a generar muchas situaciones de gol y, de tener una mejor puntería, podría haber aumentado el resultado.
El Rojo había perdido su poder de fuego en la Superliga. Había pasado de ser un equipo repleto de ocasiones de gol y remates al arco, a uno prácticamente inofensivo desde la creación. Contra Aldosivi, en la victoria 2-0, Independiente disparó 16 veces y más de la mitad de esos tiros fueron al arco.
El conjunto de Ariel Holan venía de una de las producciones más bajas de todo el ciclo, con sólo 6 remates contra Gimnasia de La Plata -muy pocos generaron riesgo real-.
En lo que va de 2019, por la Superliga, contra Talleres sólo remató 7 veces (un gol, otras dos al arco y cuatro directamente afuera), ¡contra San Lorenzo nada más que dos tiros al arco!, ante Unión 10 aproximaciones (un gol, cinco al arco y cuatro remates afuera), frente a San Martín de San Juan 9 llegadas (un gol, cinco al arco y tres tiros afuera).
Ademas, en el Clásico de Avellaneda también generó mucho: 19 remates al arco, habiendo convertido un gol, tirando cinco veces bajo los tres palos y 13 veces directamente hacia afuera.
