En la encuesta de InfiernoRojo del lunes, sobre quién era el culpable del sufrido y lamentable empate en Córdoba ante Alianza de Coronel Moldes, la gente señaló a jugadores y director técnico por igual. Esto es algo que sorprende por la constante presión que viene acumulando Jorge Almirón por los malos resultados en el último tiempo, pero que parece ser lo más acertado.
Hay un concepto que es corto, claro y casi siempre acertado: Siempre la cabeza de grupo tiene la responsabilidad. Ya sea porque es la persona que toma las decisiones finales y debe responder por ellas o porque simplemente es la cara más visible de todo lo demás. Pero desprender a los futbolistas de lo que les toca por ser los protagonistas dentro de la cancha es totalmente desacertado. Esto es algo que, por lo visto por los resultados de la pregunta de ayer, fue entendido así por la gente del mundo Independiente.
Sin dudas, Almirón fue el que empezó la polémica por poner un once casi en su totalidad de suplentes, salvo quizás por Mauricio Victorino o Emiliano Papa. Fue algo que sorprendió, seguramente, porque los titulares venían de una semana sin jugar y estarían otra más parados hasta este próximo fin de semana. Hasta aquí llegan las acciones del técnico. Pero luego fueron los once elegidos para entrar al campo y rendir los que dieron pena y terminaron forzando en el final de la noche los penales para pasar de ronda. Y ahí cambian las responsabilidades.
¿Quién hubiese pensado un resultado así? Y aún peor, ¿Quién hubiese pensado un rendimiento así? Porque se podrá decir lo que sea de varios de los que estuvieron en el encuentro de Copa Argentina, pero algo es innegable: Varios de ellos son tenidos en cuenta regularmente en el campeonato, muchos incluso jugaron de titular algunas fechas y todos deberían aprovechar estas oportunidades para demostrar que están para pelear un puesto. Pero ninguno de estos jugadores, todos con varios partidos en Primera División encima, pudo dar la talla para revalidar la confianza que el entrenador tuvo en ellos. Ninguno jugó bien como para mejorar su consideración. Y fueron superados por un conjunto de la cuarta categoría, con hombres semiprofesionales y hasta con uno retirado.
Así entonces, lo mejor sería dejar de buscar cabezas para cortar y empezar a buscar soluciones. Independiente tiene un plantel que es la suma de la base del año pasado -que terminó en la cuarta posición con 33 puntos- y una buena cantidad de refuerzos que costaron mucho dinero -y varios de ellos eran pretendidos por otros clubes-. Será tarea de plantel y cuerpo técnico dar vuelta la situaciones y empezar a responder a las expectativas que el mundo del Rojo puso para este año.
