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Ricardo Bochini en exclusiva con IR en el día de su cumpleaños

El Maestro cumple 68 y lo festeja a puro recuerdo en un Mano a Mano Infernal imperdible, a 44 años de la hazaña ante Talleres. Además, la venta de Velasco, Eduardo Domínguez y la actualidad del equipo.

El Bocha enseguida acepta el llamado de Infierno Rojo. No importa que sea el día de su cumpleaños número 68. El máximo ídolo de la historia de Independiente demuestra a cada pasao su grandeza y su humildad y en este caso se hizo un hueco en medio de su festejo para charlas en un Mano a Mano Infernal imperdible.

“Estoy muy contento, festejando un cumpleaños más. Y siempre en este día recuerdo aquel partido tan memorable para nosotros y para toda la gente de Independiente frente a Talleres de Córdoba en el que pudimos ganar ese campeonado Nacional. Es un día memorable para mí, por mi cumpleaños, por el recuerdo de ese partido y por el gol que hice ese día”, dice Ricardo Enrique Bochini en referencia a la hazaña del 2-2 en Córdoba para ganar el Torneo Nacional 77 que se jugó el 25 de enero de 1978, justo el mismo día del cumpleaños del 10 eterno.

“Esa fue una de las más grandes hazañas de la historia del club. Ganamos muchas Libertadores, Copas y campeonatos locales, pero la gente siempre me recuerda más ese partido que otros por cómo se dio. Estaba todo preparado para que Talleres fuera campeón. Además de lo que sucedió ese día en la cancha, que nos expulsaron a tres jugadores, nos cobraron un penal que no fue y un gol en contra, Talleres tenía un gran equipo con muchos jugadores en la Selección Argentina. Jugaba muy bien y goleaba”, rememora el Maestro.

“Justo coincidió que era el día de mi cumpleaños. Lo que menos pensaba ese día era que era mi cumpleaños. Estábamos pensando en ese partido que se jugó a las 9 de la noche. Cuando terminó hubo un festejo grande en el vestuario y el hotel”, cuenta y se prende en un ida y vuelta en el que también habla sobre la actualidad del equipo, la venta de Velasco y Eduardo Domínguez.

 

-¿Te acordás todo de aquel partido todavía?

-Algunas cosas recuerdo, más todo lo que pasó adentro de la cancha. Me acuerdo que en el hotel había una torta y festejamos mi cumpleaños. Lo principal fue lo que sucedió en la cancha y recuerdo casi todo.

 

-Pasó de todo: tres expulsados, ustedes se querían ir y el Pato Pastoriza les dijo que volvieran a jugar, luego lo empataron. ¿Qué es lo que más te quedó grabado de esa noche?

-Lo que me quedó grabado es el momento del gol. La jugada la empieza Pagnanini, me la da a mí y yo la toco con Bertoni. También participa en la jugada Mariano Biondi y yo la terminé con la pierna izquierda rematando sobre la cabeza de Binello que era un central de Talleres que fue a cubrir el arco porque Guibaudo le había salido a Biandi a taparle el tiro. Biando le hizo una gambeta larga y yo que venía a la carrera le pegué desde el borde del área grande y la pelota entró entre el travesaño y la cabeza de Binello. Si le pagaba más abajo la sacaba de cabeza y si la tiraba más arriba pegaba en el travesaño o se iba afuera. Eso es lo que más recuerdo, pero también me acuerdo de todo. De las expulsiones y cuando nos queríamos ir de la cancha. Llegamos hasta el vestuario porque estaba cerca. Volvimos después de estar unos minutos el partido parado. Y cuando yo hice el gol, justo en detrás de ese arco había unos 3 o 4 mil hinchas de Independiente y se rompió el alambrado y se metieron a la cancha. La gente en seguida volvió a la tribuna y el partido se reinició. Cuando terminó el partido la gente de Talleres aplaudía porque no podían creerlo.

 

-¿En qué puesto en el ranking de goles tuyos ubicás ese contra Talleres?

-Fue una linda jugada porque la llevamos tocando por abajo, pasando jugadores de Talleres, gambeteando y tocando paredes. Y el remate fue bien justo. Está entre los dos o tres mejores goles que hice. Está el de Juventus, el de Talleres y los dos a River. Uno definió la Copa del Mundo y los otros los Nacionales que ganamos seguidos.

 

-Fue una época en la que Independiente marcaba el camino en el fútbol argentino.

-Sí. Las cuatro Copas Libertadores seguidas que ganamos hicieron que en ese momento todos los argentinos fueran hinchas de Independiente porque era un equipo argentino que estaba representando a la Copa Libertadores. En el 78 todos eran hinchas de la Selección, pero antes nos pasaba eso. La gente se volcaba por Independiente.

 

-¿Qué recordás del Pato Pastoriza?

-Fue una historia grande de Independiente. Como jugador ganó campeonato y la Copa Libertadores de América. Cuando volvió como técnico, el primero año fue en el 76 y en el 7 y 78 ganamos esos títulos. También llegamos a jugar la semifinal de la Libertadores, que la perdimos increíblemente en cancha de River en el partido de 120 minutos. El Pato volvió en el 83 y volvimos a ser campeones del torneo local, de la Libertadores y campeones del Mundo con el Liverpool. Lo que tenía el Pato era que quería estar en Independiente. Era ídolo y la gente lo quería muchísimo. El sabía que con Independiente siempre iba a tener la posibilidad de ganar algo. Como persona fue un caudillo, era querido por todo el plantel. Era amigo de la gente y siempre compartía con nosotros, era un compañero más que un DT. Hacía esos famosos asados en la semana para unir al grupo. Los equipos que dirigió el Pato siempre estaban muy bien físicamente, había algunos que decían que el Pato no trabajaba. Estaban en contra de él porque eran hinchas de otros técnicos. Los equipos del Pato tenían un estado físico extraordinario.

 

-Imagino que otra de las cosas que no te olvidarás más será el homenaje que te hicieron con el nombramiento del estadio en diciembre.

-Hay cosas que pasan que uno no se las olvida jamás. Como todos los campeonatos que gané, que fueron 13. También las amarguras cuando perdíamos partidos increíbles. Lo mismo que cuando me retiré en el 91, que la cancha de Independiente estab completa. Faltaba un poquito de gente porque ese día llovía, pero después paró y la gente empezó a venir de golpe. La gente se emocionaba y aplaudía, muchos lloraban porque sabían que era mi último partido. Esa gente me había visto jugar. En cambio en el último homenaje había un poco de gente que me vio jugar y mucha que no me vio jugar nunca porque eran chicos más jóvenes. Mi alegría fue muy grande porque tener el nombre de una cancha de un club tan grande como es Independiente, el que más Copas Libertadores ganó hasta ahora, es algo que a uno lo llena de orgullo.

 

-¿Te gusta Eduardo Domínguez para este momento del equipo?

-Creo que Independiente eligió bien al técnico. El último torneo había hecho salir campeón a Colón. También hizo buenas campañas en otros equipos que dirigió. Hay que esperar que haga esto en Independiente. Cuando empiecen los primeros partidos del campeonato nos daremos cuenta para qué está Independiente.

 

-¿Cómo ves al plantel y al equipo?

-Si se va Alan Velasco se va a extrañar muchísimo porque es desequilibrante y va a ir mejorando mucho más con los partidos. Además va a tener que traer a un nueve porque se fue Silvio Romero y Batallini, que es un buen jugador, no es nueve y juega más por afuera.

 

-¿Estás de acuerdo con vender ahora a Velasco?

-Si tuviera que dar un consejo sería retenerlo a Velasco y jugarse a ganar algo como la Sudamericana que después te lleva a la Libertadores. Si la plata podría salir de otro lado y poder aguantarlo a Velasco sería lo ideal.

 

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