Los 3 préstamos en los que incurrió Independiente desde 2009 con el Macro, Mariva y el Bapro han sido, en vez de una solución, una soga al cuello para la economía del Club.
Se espera con expectativa el anuncio del acuerdo con los bancos Macro y Mariva anunciado por la comisión directiva para este viernes. Dos de las deudas más asfixiantes que tiene Independiente y que en cada mercado de pases traban las habilitaciones de los refuerzos, por las inhibiciones presentadas ante la Justicia.
La historia con el Macro data del 17 de diciembre del 2008, fecha en la que Independiente tomó un préstamo de $ 18.600.000 con, destinados exclusivamente al financiamiento de las obras de remodelación del Libertadores de América a cancelar en 3 cuotas en 2 años.
La primera, con vencimiento del 31/8/2009 por $5.370.000; la segunda a pagar antes del 31/01/2010 por $3.577.000 y la última a pagar el 3/08/2010, por $9.653.000. El Club puso entonces como garantía el 70 por ciento de los derechos económicos de todo el plantel profesional y se comprometió a no vender, ceder, transferir ningún derecho federativo de cualquier jugador, sin expresa conformidad del Banco Macro. A su vez, firmó la imposibilidad de adquirir nueva deuda – hasta que no se cancelara el pago del préstamo – superior a los 5 millones de dólares.
El 2 de junio del 2010, con 2 cuotas impagas, Independiente firmó un reconocimiento de deuda y una reprogramación de pagos. Para ese entonces, la deuda alcanzaba los $20.884.164,14, desagregados en $17.575.873,18 de capital, 2.691.882,55 de intereses compensatorios, $261.948,67 de intereses punitorios y $354.459,74 de IVA sobre intereses.
Julio Comparada – que se constituyó como fiador solidario tanto en este préstamo como en el del banco Mariva – firmó el reconocimiento de deuda, a pagarse en 2 cuotas de $10.442.082,07; una al 31/01/2011 y otra al 31/08/2011 . Sin embargo, el Club volvió a incumplir el pago de la primera cuota, por lo que se vio obligado a firmar una nueva reprogramación el 11 de julio del 2011.
Para ese entonces, la deuda era de $24.170.106 y fue en este momento en el que la cifra se tornó impagable y una cuerda al cuello para las cuentas del Club. La condición innegociable que puso el Macro para dar una nueva prórroga de 50 días fue que Independiente aceptara la dolarización del monto. Desde entonces, la deuda pasó a ser de USD 5.873.659 a cancelarse el 31/08/2011.
A 2015, todavía se trabaja en la construcción de la Garganta del Diablo 3 y en la tribuna Bochini, puesto que dicho préstamo fue a parar a cualquier lado, menos al estadio. Es más, según consta en los extractos bancarios a los que pudo acceder InfiernoRojo, el depósito de los 18 millones a las cuentas del Club se realizó el 2/7/09 y para ese mismo día ya se habían debitado $8.465.244,84. Al 15 de julio, apenas quedaban poco más de 6 millones de pesos en dicha cuenta y el estadio seguía en las mismas condiciones.
Durante 2011, previo a firmar la dolarización de la deuda, el Club tomó 2 préstamos con el Banco Mariva. Uno por $440.000 y el otro por $13.000.000 destinados, al igual que el del Macro, a las obras del Libertadores. Por este mutuo, Independiente fue a juicio con el banco y pese a que el fallo favoreció al Club en primera instancia, la apelación le dio la razón al Mariva. En Independiente aseguraban que, por estatuto, dicho préstamo fue otorgado de manera irregular. El banco contestó que la presentación hecha por los abogados del Club tenía el texto modificado para justificar la posición expuesta.
De la deuda con el Bapro – que no está en el acuerdo anunciado -, es de la que menos se sabe. Apenas que se otorgó en 2011, que fue de 21 millones de pesos y que el dinero surgió de un fideicomiso de las cajas de previsión social de la Provincia de Buenos Aires.
Será interesante conocer las cifras definitivas de la totalidad de la deuda – los dirigentes aseguran que la cifra ronda los 125 millones de pesos -, la reducción acordada, las condiciones y las formas de pago. Pero sin dudas que al momento de concretarse, será un respiro para la economía del Club y para las diferentes negociaciones que se encaren con los diferentes acreedores.
