Independiente igualó sin goles en su visita a Córdoba ante un Belgrano que aprovechó la velocidad de sus delanteros para dañar. Sobre el final Pereyra estrelló un pelotazo en el travesaño y después lo tuvo Eloy Rodríguez. Habrá que ver si el punto suma.
Un marco excepcional. Clima de campeonato argentino de hace unos cuantos años, cuando los visitantes recibían una tribuna popular entera para su gente y cuando el folklore del fútbol era eso, gritos, canciones y banderas en todo el estadio. Más de 11 mil hinchas del Rojo y más de 48 mil del Pirata. Un estadio a pleno.
En la cancha la realidad del fútbol argentino de hoy. Dos equipos que se cuidaron y pusieron todo en el medio campo. Claro que cuando uno quería crear el otro tenía todos sus recursos para cortar y así no se lograba llevar peligro a ninguna de las dos áreas.
Independiente intentó salir a presionar. Caicedo y Fernández corrían a todos los defensores, pero la primera fue para Belgrano a los 8 minutos. Un pelotazo lejano, Melano con su temible velocidad le gana a Morel, pero con el cierre de Tula se diluye la jugada. Eso era lo que quería explotar el local, apostar a la espalda del juvenil Villalba e intentar dañar.
Belgrano proponía romper. El Rojo tenía problemas para crear juego. Muy marcado Vargas para salir, por lo que se intentó otra opción. El Ruso comenzó a darle fútbol a los laterales y jugar por el piso pero tampoco se podía generar peligro. El Rolfi muy recostado por la derecha no podía hacer llegar la pelota limpia a los delanteros que quedaban muy lejos y los que sólo eran abastecidos mediante pelotazos.
Así y todo tuvo una chance Fernández y otra Mancuello. Mucha presión en la mitad de cancha y mucha imprecisión en los últimos metros era lo que prevalecía en ambos conjuntos. Enfrente, Belgrano contó con muchos tiros de esquina a su favor pero en ninguno pudo estremecer al Rojo. Recién en los últimos minutos del primer tiempo el Pirata se adelantó en el campo. Es más a los 40 minutos la velocidad de Melano volvió a dejar mal parada a la última línea y ante la salida de Rodríguez definió por arriba, pero se fue muy desviado. El Pirata cerró mejor la primera etapa.
El complemento fue un fotocopia del primer tiempo. Ya a los 3 minutos otra vez la velocidad de Melano volvió a dañar la última línea. Por suerte para los de Miguel Brindisi no estuvo preciso en el último toque.
A los 11 se dio una buena chance para Independiente. Desborde de Mancuello que centró para Fernández. El Paraguayo en lugar de pegarle prefirió habilitar a Caicedo que venía de frente, pero el Niño no le pudo dar con claridad y terminó descargando en el Rolfi que al momento de rematar fue tapado por un defensor.
El partido entró en un receso. Se prestaban la pelota. Los delanteros no eran determinantes porque en el medio campo no había juego. El Rolfi y Vargas no lograban adueñarse con claridad de la pelota y el Rojo lo sintió en ataque. Para colmo ingresó Ferreyra que mostró una vez más su flojísima actualidad. Morel salió, dolorido, reemplazado por Galeano.
Recién a los 26 minutos Zelarrayan, recién ingresado, hizo una gran jugada colectiva con el Picante Pereyra y tras recibir la pared remató desde afuera y el desvío en Galeano hizo que la pelota haga una parábola extraña y se vaya al tiro de esquina. Se salvaba nuevamente el Rojo.
A los 30, acalambrado, sale Fernández y en su lugar ingresa Eloy Rodríguez. Sin embargo, todo seguía igual. Parecía que de a poco los dos se conformaban con el empate. Pero…
A los 39 minutos un tiro libre inofensivo en favor de Belgrano en la mitad de cancha, provocó una gran duda en la defensa, y tras un gran enganche el Picante Pereyra metió un zurdazo y que estrelló la pelota en el travesaño. En el rebote, Farré la tiró por arriba. Fue sin dudas la más clara del partido para el local.
Y cuando todo el mundo Rojo se aferraba al empate, sobre todo tras esa jugada del Picante, apareció Ferreyra, que de rebote se llevó la pelota, ingresó al área y en lugar de tirarla afuera como hizo toda la tarde lo habilitó al pibe Eloy Rodríguez que apurado y quizás con los nervios lógicos le pegó con su zurda y la pelota pasó rozando el segundo palo. Fue la más clara del Rojo y la última del partido.
Maglio, más tarde decretó el empate en cero. El Rojo se trajo un punto de su travesía por Córdoba apoyado por once mil almas que no pararon de decir presente. Mañana tras el partido entre Argentinos y Estudiantes en La Plata se podrá saber si se cosechó un punto o se perdió una chance importante.
