Hernán Fredes también acaba su contrato. Luego de recuperarse de su lesión, volvió pero participó poco. ¿Luego de varios años en el club, que mas tiene para dar?
El volante, que debutó en el Rojo en el 2006, en el 2009 viajó a Ucrania para unirse al Metalist y luego volvió en 2010, nunca terminó de convencer y consagrarse. Ya con 27 años, nunca pudo dar un salto de calidad que lo ponga como un distinto o un jugador que haga la diferencia desde el juego. Casi siempre jugó de volante por afuera, un puesto que a Fredes le privó de jugar y le agregó más responsabilidad en la marca. Cuando jugó por el medio, mas libre, rindió mejor. Pero, aún así, siempre mostró ser un volante con habilidad, pero falto de criterio a la hora de pasar la pelota.
Es verdad: como mucha gente señala de él, es de los únicos que la pide siempre. Pero eso a veces le termina jugando en contra, porque suele arriesgar mucho y genera pérdidas de pelota. Muchas veces, terminó haciendo mas daño que logrando cosas positivas.
En este torneo de la B Nacional, volvió recién en la segunda rueda por su lesión ante San Lorenzo en la última fecha del Torneo Final 2013 –cuando el Rojo descendió-. En este 2014, disputó 14 partidos y marcó dos goles: ante Banfiled –partido en el que también se fue expulsado- y ante Almirante Brown. Luego, sufrió una lesión y se perdió los últimos encuentros del campeonato.
Con 27 años y muestras de poca evolución, ¿vale la pena renovarle a Fredes? Teniendo en cuenta de que nunca pudo ser figura, y de que hay otros futbolistas de similares características y mejor rendimiento, la respuesta parece ser no.
