Federico Mancuello, quizás el único que se nota que juega con un plus de corazón, perdió los estribos y se fue expulsado por arrojarle la pelota al juez de línea. Para colmo, insultó a Delfino.
Iban 33 minutos de juego y el Rojo no mostraba reacción para empatar el encuentro. El equipo tenía dos delanteros de área, a Daniel Montenegro, a Federico Insúa y a Francisco Pizzini. Mancuello tenía, por los cambios realizados por Omar De Felippe, una triple función. Marcar el lateral que quedó descubierto con la salida de Morel Rodríguez; ser doble cinco con Fredes y de vez en cuando atacar.
El amor propio y el desgaste de Mancuello todo lo pueden. Venía cumpliendo con todo, pero a los 33 minutos fue hasta al fondo y le hizo falta a un jugador de Ferro. De la bronca arrojó la pelota contra el juez de línea y Germán Delfino no dudó y le mostró la roja directa. Para colmo, el volante del Rojo comenzó con una serie de insultos para el árbitro que seguramente recaerán en su sanción, durante la semana.
Así las cosas, habrá que ver cuál es la sanción que le será destinada al zurdo y seguramente el equipo lo extrañará. No sólo por su juego, si no por el alma que deja en cada partido.
