Este domingo Independiente jugará un partido más que crucial, en el que los de Leandro Stillitano deberán conseguir un buen resultado y convencer desde el juego para tener tranquilidad.
Las cosas no vienen siendo fáciles en Independiente, con un Leandro Stillitano que tiene la certeza de que deberá cambiar la suerte, en un equipo que, tras su debut auspicioso en el Torneo Profesional, comenzó a involucionar y vio su peor cara el pasado domingo ante Banfield, dejando al entrenador en el ojo de la tormenta, con un duelo futuro que será vital.
Es que el Rey de Copas recibirá a Instituto de Córdoba en su estadio, por la fecha seis del torneo, en un cotejo que puede ser un punto de inflexión en la carrera del estratega, en el que de darse un resultado positivo podrá ganar oxígeno y seguir trabajando, dándose de un modo mucho más favorable en caso de convencer desde el juego. En contrapartida, un empate, o peor aún, una derrota rompería la relación con el hincha y complicarían su continuidad.
Todo esto se da en el marco de un equipo que no termina de convencer, en el que además de las imprecisiones mostradas en el pasado debe pagar el precio de ser un entrenador con nula experiencia al frente de un club de primera, lo que le quita espalda para resistir los coletazos obtenidos, siendo ante la Gloría un partido crucial.
Más allá de que el futbol es incierto y puede suceder cualquier cosa, el entrenador deberá salir a pregonar los ideales que manifestó desde su llegada, el de respetar la historia del club y tratar de imponerse ante Instituto, en un encuentro en el que pese al resultado el fanático se vaya convencido de que algo cambió en el juego, con elaboración de pases y por sobre todas las cosas remates al arco, un pronunciado déficit a lo largo de este comienzo de certamen.
