El flamante técnico de la Cuarta de Independiente le cuenta a IR las premisas que le inculca a los chicos de su categoría. Dice que volver al club “es una bendición de Dios”, recuerda el título del 2002 y sostiene: “Es el momento de ganar un torneo local”.
Juan José Serrizuela habla de Independiente y la sonrisa se le dibuja automáticamente en la cara. “Estoy muy contento de volver al club que uno quiere. Desde chico conozco al club, desde la época de Tiburcio que lo seguimos por todos lados. Pude salir campeón en 2002. Y hoy vuelvo al club para trabajar y aportar algo de lo que uno sabe con los chicos”, dice en este Mano a Mano Infernal el flamante director técnico de la Cuarta División del Rojo.
El ex defensor de 45 años, que tuvo pasos en la dirección técnica de Colegiales y Nueva Chicago, arribó de la mano de Daniel Montenegro en este 2022 para ser un componente de la renovación del fútbol juvenil. “Se charló con el Rolfi sobre la posibilidad de volver al club y de trabajar en Inferiores. Estoy agradecido al Rolfi por darme esta posibilidad. Uno tiene que responder haciendo las cosas bien”, cuenta JJ en una charla exclusiva con InfiernoRojo.
“Hay que trabajar mucho porque es una categoría muy difícil. Están a un paso de la Reserva y de la Primera y hay que hablar mucho con los chicos para que no se bajoneen”, explica sobre su labor como entrenador y formador. Y también habla del recordado título del 2002 y de su amor y el de su familia por Independiente.
-¿Qué radiografía hacés tras estas primeras semanas de trabajo?
-Creo que se está trabajando bien. No sé cómo se trabajaba antes, pero ahora estamos muy bien. Se le da prioridad a potenciar a los jugadores. Trabajamos tranquilos, buscando darle una idea de juego sin buscar el resultado ni ganar como sea. Es una tranquilidad eso, darle una identidad de juego a las categorías sin depender del resultado. Soy de la idea de que si los equipos juegan bien es más fácil ganar.
-¿Cuál es el objetivo de la categoría?
-El objetivo es tratar que los chicos estén bien y mentalizados. Como dije, la Cuarta es una categoría muy difícil porque se juntan tres categorías. Los chicos ven que están a un paso de Reserva y la Primera está cerca. Hay chicos que suben y otros que bajan. Ellos tienen que estar mentalizados, preparándose para jugar los sábados y hacer las cosas bien. Siempre alguien te va a ver. Si entrenás bien, te cuidás y rendís adentro de la cancha siempre alguien te ve para llevarte a Reserva y Primera. A mí me pasó y habló desde mi experiencia. No se tienen que bajonear, hay que entrenar a full y estar preparados para jugar. Si andan bien, la posibilidad la van a tener.
-Hay que tener un equilibrio porque si bien no es importante el resultado en Inferiores, hay que tratar de inculcarle el espíritu de la competencia porque después sí va a ser importante ganar.
-Uno quiere ganar. Yo juego a las bolitas y quiero ganar. Es la realidad. Pero hay formas. Si vos tratás de jugar bien al fútbol vas a tener más chances de ganar que si tratás de hacer las cosas a como salgan. No es ganar a cualquier precio. Independiente tiene que tener esa identidad. Tiene que tratar de jugar bien al fútbol, que es difícil porque tenés que competir contra otro equipo que por ahí trata de jugar bien al fútbol también o tiene sus armas. Hay que tratar de jugar mejor que el contrario. Hay que darle las armas a los chicos. Es un proceso y como todo proceso mucha veces es difícil y doloroso. Pero hay que mentalizar a los chicos que tratando de jugar bien al fútbol van a ganar más de lo que van a perder.
-¿Hay una bajada de línea general para que todas las categorías jueguen de la misma manera?
-No. La idea es tratar de jugar bien la fútbol y no priorizar ganar como sea.
-¿Pero no hay un lineamiento para tratar de jugar todos con un mismo esquema?
-Es que tenés que ver los jugadores que tenés. No tenés en todas las categorías los jugadores para jugar 4-3-3, 4-2-3-1 o 4-2-2-2. Hay que potenciar a los jugadores en el esquema que se elija. La idea es llegar con mucha gente al área. El sistema pasa a un segundo plano. Lo importante es la llegada de los jugadores, de los laterales, de algún central que se desprenda.
-¿Cómo es la dinámica y el vínculo entre Primera, Reserva e Inferiores?
-Es bueno porque hay comunicación. Eso es lo importante. El técnico de la Reserva es Claudio (Graf) y sabe lo que pasa en las categorías de Inferiores. El coordinador está al tanto de todo eso y está en comunicación con ellos y con nosotros.
-Velasco habló hace poco, antes de irse al exterior, y dijo que es difícil no marearse para los pibes que suben a Primera. ¿Se puede hablar con los juveniles sobre este tema para prepararlos?
-Es la idea. Lo que pasa es que después va en cada uno. Nosotros podemos hablarles mucho a los jugadores de Inferiores, pero después los que deciden son ellos. Muchos se piensan que por llegar ahí ya está. No. Es cuando vos tenés que seguir mejorando, creciendo y demostrando porqué llegaste ahí. Y mantenerse, que es lo más difícil. Va en cada uno y en la contención de la familia para que siga siendo la misma persona que era cuando estaba en Inferiores o en Infantiles. Uno lo puede hablar y charlar pero el que decide es el jugador. A mí me ha tocado pasar por eso y les puedo dar ese punto de vista.
-¿Los pibes de hoy son más complicados de poder abordar que en tu época?
-Hoy los chicos tienen más fácil llegar a Primera. Hay chicos de 13, 14 o 15 años que tienen representante y ya le pagan un sueldo. Tienen tres o cuatro pares de botines. Antes eso no pasaba. Hoy no hay tantas figuras como hace 15 o 20 años atrás. Recuerdo cuando me tocó debutar en Lanús, había como 8 o 9 figuras y hoy si tenés uno o dos es mucho. No hay tanto nombre. En todos los clubes pasa lo mismo. Por eso hoy para los chicos es más fácil llegar a Primera si tienen las condiciones y son constantes. Después hay que mantenerse, tener la cabeza ordenadita y saber que esto recién empieza.
-¿Pudiste hablar algo con Eduardo Domínguez? ¿Cómo lo ves en este nuevo desafío?
-No hablé con él. Esperemos que le vaya bien. Viene de hacer una gran campaña con Colón y de salir campeón. Hizo algo muy importante. Hoy está en un club muy grande que tiene la necesidad de lograr un torneo local. Tiene todas las armas para hacerlo y Dios quiera que le vaya bien.
-Este año se van a cumplir 20 años del título del 2002 del que fuiste parte. ¿En qué lugar de tu carrera ponés ese título?
-Muy importate. Mi familia es toda de Independiente. Mi señora y mis hijos son todos de Independiente, enfermos. Yo tenía para ir a River pero en ese momento elegí ir a Independiente por el corazón por lo vivido con Tiburcio, que logró cuatro torneos muy importantes. Yo tenía la posibilidad de ir y poder salir campeón, que era el sueño. Y gracias a Dios se pudo cumplir. Después pasaron otras cosas no tan buenas como mi lesión y otras cosas. Pero Independiente es el club que nosotros queremos, que amamos. Yo salí de Lanús, es mi casa, pero nosotros tenemos el corazón en Independiente.
-Con todo esto que están contando, tu regreso de ahora al club debe haberse vivido como una gran noticia para tu familia. ¿No?
-Para nosotros es una bendición de Dios. Cuando Dios hace las cosas es por algo. Yo sé que tengo la posibilidad de seguir demostrando. Ya dirigí equipos de la Primera B y del Nacional B. Pero hoy tengo la oportunidad de una experiencia linda en la Cuarta del club y buscaremos hacer lo mejor para potenciar a los chicos. Hay buen material, hay que trabajarlo.
-¿Por qué se le dificulta tanto volver a ganar un título local a Independiente?
-Ya pasaron varios años. Es el momento. Lo que pasa es que hay que pelear contra River que se refuerza muy bien, con Boca que está muy bien… Hay que aprovechar que se pueden distraer con la Copa Libertadores y pelear el campeonato. Va a ser difícil, pero no imposible. Cuando un grupo se propone algo y van todos juntos de la mano se puede lograr. Yo creo que Independiente tiene chances de soñar con pelearle el campeonato a River y Boca.
