Mientras Independiente se hunde, Héctor Maldonado huye a Inglaterra a ver a la Selección.
Es una situación insólita la que atraviesa Independiente, tanto que ya es dañina. Es un club tomado y dejado a la vez, donde los dirigentes alargan un mandato agotado y dejan a la institución en un segundo plano. Héctor Maldonado es una clara muestra de ello, ya que demuestra con acciones cuánto le importa el Rojo.
El equipo quedó afuera de la Sudamericana, no fue siquiera protagonista en la Copa de la Liga, y el otro fin de semana deberá debutar contra San Lorenzo por el torneo. En el medio se irán Andrés Roa, Carlos Benavídez y Domingo Blanco, por lo que se necesita urgente que la dirigencia trabaje en reforzar el plantel. Yoyo, por su parte, ya tiene el pasaje para ir a ver a Argentina contra Italia, el próximo miércoles en Inglaterra.
Claro, porque de pronto los problemas ya no existen. Independiente no tiene deudas que saldar, tiene uno de los mejores planteles, pelea cosas importantes, y los socios están contentos. Así pareciera que lo ve el Secretario General, que olvida sus obligaciones y, contrario a lo que debiera hacer, cada vez demuestra más que le importa muy poco el Rojo.