Los jugadores de Independiente, salvo el capitán Federico Mancuello, se fueron sin dar declaraciones. Tampoco expusieron su mejor faceta en la cancha y así el Rojo se quedó afuera de la lucha.
Muchas veces los hinchas quieren escuchar de parte de los protagonistas sus opiniones y sobre todo cuando las cosas no fueron bien. Y, tal como se hizo en las últimas derrotas, los futbolistas de Independiente no enfrentaron los micrófonos, excepto el capitán. Quizás sea una línea que se baja desde las cabeceras del plantel, pero la realidad es que esta noche tampoco hubo declaraciones.
También es verdad que los hinchas prefieren que los jugadores hablen en la cancha, pero este Independiente hoy no logró ninguna de las dos cosas. En el primer tiempo le faltó carácter para reponerse y durante todo el encuentro careció de madurez para no cometer errores que le costaron la derrota y, como resultado, la posibilidad de pelear el torneo.
Sin dudas demostró ser un plantel de gente joven y un equipo en formación que por momentos alcanzó el nivel esperado y por momentos padeció de total carencia en sus líneas. Un equipo irregular que supo cosechar 30 puntos, pero que se quedó en el umbral de la lucha por los traspiés continuos, sobre todo en el final del camino.
