Independiente no pudo superar a Villa San Carlos, un equipo que no concentró, que llegó en auto porque el micro que lo iba a traer se rompió y que por el empate obtenido recibirá como premio un asado para el plantel.
Para comenzar hay que dejar bien en claro que la dignidad con la que jugaron los futbolistas de Villa San Carlos es loable. La diferencia de realidades con Independiente es asombrosa y por eso este empate está a la altura de la derrota en la primera fecha ante Brown de Adrogué.
Cuando Omar De Felippe en conferencia de prensa fundamentó la igualdad con la frase: “Faltó meter el gol”, muchos se habrán sorprendido. Es que Independiente, un club con una historia enorme pese a una realidad nefasta, recibió en su cancha con una tribuna que en ningún momento hizo murmullo y alentó los 90 minutos, al último y Cenicienta de este torneo de la B Nacional y no pasó de un cero a cero.
Es más, para entender porqué se enojaron los hinchas con algunos aplausos que bajaron de la tribuna local al finalizar el encuentro, hay que conocer ciertas realidades del Villero: Sus jugadores no concentran antes de los partidos; el micro que los iba a alcanzar al estadio se rompió por lo que tuvieron que ir en diferentes autos y el último tramo hacerlo a pie; tiene jugadores como Gino Clara al que el representante arregló pagarle una parte del sueldo para que forme parte del conjunto, y es un club en el que Roberto Russo (primer refuerzo de Cristian Díaz) no vio acción.
En definitiva, ayer hubo ciertos rendimientos para resaltar como el de Mancuello. Hubo jugadores a los que aún se los ve complicados físicamente por sus lesiones. Hubo chances concretas para marcar la diferencia y por negligencia propia o mala fortuna no se concretó el gol. Hubo actitud para, como en el comienzo del segundo tiempo, llevarse al rival por delante… pero no hubo y no habrá forma de explicar que ayer Independiente no haya podido ganarle a Villa San Carlos.
Será momento clave para replantearse muchas cosas. De dar la cara y hacerse cargo. Lo de este miércoles fue una vez más un fracaso deportivo como lo fue la derrota ante Brown de Adrogué. Los hinchas deben exigir otra cosa. Los jugadores tienen que dar más. El equipo tiene que ser equilibrado, pero vertical y el entrenador encontrar la manera de lograr el ascenso con este plantel. Todos juntos, otra no queda, y con el compromiso que la camiseta del Club Atlético Independiente merece y hace tiempo no recibe.
