En una final para el infarto, luego de haber igualado 3-3, Argentina se impuso 4-2 en los penales y consiguió su tercer Mundial. ¡POR FIN SE TE DIO, PULGA!
Gritá, festejá, abrazate, lo primero que se te venga a la mente. Tuvieron que pasar 36 años, con dos finales perdidas en el medio, para que Argentina por fin pueda volver a gritar a nivel mundial. Fue sufrido, le empataron dos veces, pero le puso corazón y se llevó una final inolvidable.
De arranque, la Scaloneta dominó a Francia. Con un mediocampo bien poblado y una presión alta, los sudamericanos no dejaron salir a Francia. Cada vez que ellos querían jugar, recuperaba la Albiceleste y preocupaba. Así fue que, a los 23 minutos, Ángel Di María se escapó por la izquierda y consiguió un valioso penal. Lionel Messi, decidido a llevarse la copa, definió suave y marcó el 1-0. Empezaba la ilusión.
Y esto no fue todo. Con los europeos decididos a atacar y descompensados abajo, Argentina supo jugar el partido que mejor le sienta, y así llegó al 2-0. El mejor del mundo tocó para Julián Álvarez, la Araña habilitó a Alexis MacAllister, y el ex Argentinos lo dejó solo al Fideo. Di María, mano a mano, tocó suave por arriba de Hugo Lloris y amplió la ventaja. ¡Todo era euforia!
Pero para salir campeón, hay que saber sufrir, y eso le pasó a la Scaloneta. Los sudamericanos dominaban el partido, pero Nicolás Otamendi sobró una pelota y, cuando Randal Kolo Muani se iba solo, le hizo penal. Kylian Mbappe la puso contra el palo y descontó. Pocos minutos después, le quedó una pelota y, solo, empató el duelo. Lo que era alegría, pasó a ser bronca.
En el alargue, para colmo, iba a haber más. Luego de una jugada colectiva espectacular, Lionel Messi capturó un rebote y puso 3-2 arriba a Argentina. Sin embargo, pocos minutos después, Szymon Marciniak pitó penal por mano de Gonzalo Montiel, y Mbappe volvió a igualar el encuentro. Para peor, sobre el final, Randal Kolo Muani tuvo un mano a mano, y Emiliano Martínez se vistió de héroe para salvar a la Albiceleste de la caída.
Con los penales, la suerte le jugó a favor al que más puso, al que realmente merecía salir campeón. Del lado de Francia, marcaron Mbappe y Kolo Muani, pero el Dibu contuvo el tiro de Kingsley Coman, mientras que Aurelien Tchouameni falló el suyo. Lionel Messi, Paulo Dybala, Leandro Paredes y Montiel, por otro lado, marcaron los suyos, y la Albiceleste se proclamó campeona del mundo.
Si, tuvieron que pasar 36 años. Desde aquella final de 1986, donde Diego Maradona supo hacernos felices. Pasando por Italia 1990 y Brasil 2014, donde tanto el Diego como la Pulga se quedaron con las manos vacías. Luego de tanta angustia, por fin se dio: Argentina se convirtió en tricampeona del mundo. ¡A CELEBRAR!