Independiente igualó 2-2 ante Talleres en Córdoba. Arrancó perdiendo una vez más a los 4 minutos. Lo supo dar vuelta pero una buena jugada del local le permitió igualar. El Rolfi Montenegro marcó los dos tantos del conjunto de De Felippe que lo pudo ganar y perder en el final. Buen partido. Si ganaba quedaba en puestos de ascenso.
Independiente tenía un paso difícil y a la vez interesante para saber en qué condiciones está el equipo. Ir a Córdoba ante un Talleres que venía en clara levantada era una prueba clave. Y a los 4 minutos se convirtió en un reto. Sí, a los 4 minutos un tiro libre cerrado sorprendió a todos y terminó en el arco del Ruso Rodríguez.
La reacción del uno ante el centro de Elvio Fredrich no fue buena. Claro está que hay que destacar que cerca de tres jugadores de Talleres que estaban en offside quisieron conectar la pelota con su cabeza pero no lograron desviarla. Esto dejó atónito al Ruso.
Los de Omar De Felippe recibieron otra vez un gol en el arranque del encuentro y tuvieron que salir a remontarlo. La paciencia y la capacidad para ganar terreno de a poco sin ser un equipo largo fue una constante. Zapata y Razzotti subieron unos metros. Pisano, que no estuvo fino, trató de hacerse con la pelota. Pero Daniel Montenegro fue la llave. La clave del gol y casi del triunfo.
Así fue el Rojo. De todas maneras sufrió la falta de profundidad y, de contra, Talleres empezó a intentar alargar la diferencia. Se aferró al gol, se replegó, regaló espacios y se agazapó para salir rápido y dañar la última línea. Por suerte, casi siempre chocó con Morel Rodríguez.
Pasando la media hora el Rolfi avisó. Una buena jugada a un toque terminó en un derechazo del Diez al que Santillo respondió con seguridad y una volada poco ortodoxa. Sin embargo casi diez minutos más tarde, exactamente a los 44, Montenegro le pegó como en sus mejores tiempos y le rompió el arco al uno de Talleres que voló y voló y nada pudo hacer. Golazo del Diez para la igualdad en el final de la etapa inicial.
El equipo se iba al descanso con otro ánimo. Y tanto cambió que a los 4 minutos del complemento un gran tiro de esquina de Matías Pisano terminó en el segundo tanto de Independiente. Para esto hubo un excelente anticipo de Montenegro en el área y un derechazo preciso que volvió a dejar sin chances a Santillo.
Independiente se ponía al frente en el marcador y lo justificaba no con llegadas, si no con la tenencia de la pelota, el adelantamiento en el campo de juego y la presencia. Lo pudo haber ganado, lo tuvo que haber rematado. No lo logró. A los 12 minutos un tremendo derechazo del Rolfi casi liquida todo, pero esta vez Santillo se quedó con el tercero.
De Felippe metió a Marcelo Vidal en lugar de Franco Razzotti. Instantes después llegó el empate desde un lateral. Sí, un saque de manos, una desinteligencia de Samuel Cáceres y un pase poco ortodoxo derivó en Sánchez Sotelo que ante el Ruso Rodríguez definió con gran justeza. El resultado marcaba 2-2 y el triunfo se le escapó.
Lo pudo haber ganado. Un tiro libre del Rolfi y una buena jugada de Trejo que casi le permite a Parra marcar el 3-2. También hubo un buen centro de Zapata que cayó en Cáceres, pero su cabezazo fue a las manos de Santillo. En la siguiente casi Talleres consigue los tres puntos. En definitiva, el empate fue justo para los dos.
Independiente sigue en levantada, pero no pudo mantener la diferencia. Este es el camino. Un equipo corto e inclusive paciente ante la adversidad. La bronca es que de haber ganado hubiese quedado en puestos de ascenso. La tranquilidad pasa porque hoy hay un equipo en cancha y tiene variantes para seguir adelante.
