Lucas Pusineri meterá varios cambios para el próximo domingo. ¿Se vienen los pibes?
La actualidad de Independiente es causa de Lucas Pusineri, pero también es consecuencia. Amado por su etapa como futbolista, llegó porque la dirigencia necesitaba un DT joven, a quien echarle las cargas de dirigir un plantel destruido y que sería diezmado con el correr del mercado de pases. Es tan cierto que lo desvalijaron y no le reforzaron ningún puesto, como que él sabía en dónde se metía.
Su equipo comenzó con buenas intenciones, haciéndole partido a River, peléandole a Boca en la Bombonera y goleando a Rosario Central. Hasta que llegó el Clásico de Avellaneda que terminó de derrumbar al grupo de futbolistas y de desnudar la desidia interna del club. Pusineri quedó solo, mirando al horizonte, haciendo lo que podía para dar vuelta la historia.
El correr de los días, las semanas de trabajo y los partidos no le trajeron nada de calma; por el contrario, incrementaron el caos. La mezcla de pésimos rendimientos, cambios constantes de jugadores y esquemas, expulsiones, lesiones y presuntos éxodos dio como resultado la suma de papelones deportivos ante Gimnasia, Arsenal y Fortaleza. ¡Y como si fuera poco, también cayó ante el fatal Huracán de Israel Damonte!
Pusineri es rehén, pero de a poco empieza a ser responsable, porque la actualidad lo está devorando. Es por eso que el DT meterá mano en el equipo ante Central Córdoba, pegará un volantazo a tiempo y le devolverá la confianza a aquellos juveniles que le han dado muestras de carácter. Será tiempo de los Alan Velasco, Alan Soñora y Brian Martínez, para sacar a aquellos de mayor experiencia y menor compromiso.
La semana de entrenamientos comenzará el miércoles por la mañana en Villa Domínico, porque el plantel tuvo el martes libre. Se vendrán modificaciones para encontrarle respuestas a tantas preguntas.
