El Rojo arrancó con todo. En los primeros diez minutos fue amo y señor del partido. La velocidad de los delanteros y la profundidad que lograron los mediocampistas le permitieron al equipo de Cristian Díaz tomar la posta.
Ya al minuto de juego, Patricio Vidal marcó el primer gol del partido. Una jugada rápida que culminó con un choque entre dos defensores de Boca y quedó en el pie izquierdo del juvenil volante que ajustició a Orión en la primera. Debut goleador del pibe.
Con el gol, el Rojo se asentó en el terreno y dominó las acciones. Y, si el comienzo era el soñado, a los 6 minutos tras una fuerte patada que recibió Fredes, apareció Osmar Ferreyra. El zurdo ex River y San Lorenzo acarició la pelota y la depositó en el primer palo. Orión fue al otro y 2-0 impensado para Independiente.
Herido, Boca salió con todo a buscar el descuento. Sin ideas pero con empuje empezó a llenar de centros el área y en uno de ellos logró el cometido. A los 12, tras una serie de rebotes en el área fue Schiavi quien le pegó muy mal y habilitó así a Roncaglia que cabeceó solo y puso el 2-1. Fredes perdió la marca del zaguero y el lateral aprovechó para descontar.
Hasta los 25 minutos fue Boca el que comenzó a manejar las acciones del partido. Sin embargo, de a poco el Rojo encontró los caminos y creció en juego. Gracias a un tiro libre bien ejecutado, Farías anticipó a Caruzzo y marcó su primer gol con la casaca del Rojo.
Cuando todo parecía que la primera etapa se iba con dos goles de ventaja para el Rojo, apareció Juan Román Riquelme y marcó el 3-2. Otra vez, una jugada sucia, un remate al arco muy desviado que lo habilitó. El 10 de Boca definió mal ante la salida del Ruso Rodríguez, pero Osmar Ferreyra tocó la pelota y metió el balón dentro del arco. Final del primer tiempo.
El segundo tiempo comenzó de la peor manera. A los 6 minutos, tras otro centro de Riquelme y otra jugada con rebote en el área Boca llegó al empate. Una mala salida del Ruso Rodríguez, derivó en la pelota en el palo y Roncaglia con el arco vacío igualó el marcador. Silva adelantado (por milímetros), pero eso es anécdota.
A los 12 minutos Riquelme tuvo un tiro libre en la puerta del área grande. El rebote en la barrea hizo que la pelota besara el palo y se fuese al tiro de esquina. Ante esta situación Díaz mandó al campo a Godoy por Vidal. Laverni, seguía cobrando todo para Boca.
El local de a poco ganó terreno. El Rojo se refugió atrás y le cedió la pelota y la iniciativa a los dirigidos por Falcioni. Por eso, Silva tuvo una muy clara y cada ataque llevaba peligro por la cercanía en que se movía la pelota.
A los 27 minutos se produjeron dos cambios por molestias físicas. Facundo Parra y Leonel Galeano ingresaron por Patricio Rodríguez y Gabriel Milito. A los 29 minutos, llegó la desazón total. Un pase en profundidad derivó en un centro al punto del penal que cabeceó Ledesma y marcó el 4-3. El Rojo no supo mantener la diferencia y Boca se aprovechó.
Los cambios de Cristian Díaz mataron el ataque del Rojo, por eso el local se adelantó e Independiente no tenía respuestas. Una patriada de Tuzzio ganó un tiro de esquina que terminó en el pie izquierdo de Farías que increíblemente le pifió cuando el empate estaba a tiro.
Boca empezó a esconder la pelota. Desde afuera y desde adentro de la cancha. Pero el Diablo metió la cola. Un centro bien enviado que bajó Tuzzio al área chica y definió Farías. Sí, el segundo gol del Tecla para el empate 4-4. La fiesta se mudó a la tribuna visitante y la Boca se enmudeció. Laverni dio cinco minutos de descuento y la alegría se tiño de Rojo.
En la última jugada Schiavi le pifió y Farías clavó un golazo que clausuró la Bombonera. El Tecla se llevó la pelota, la gloria y la historia volvió a su lugar. Los jugadores dejaron todo y el triunfo es una alegría que la hinchada se merecía. Fiesta de Independiente total. Falcioni y Boca hundidos.
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