Independiente derrotó a Central Córdoba por 1-0 en Santiago del Estero, con gol en contra de Claudio Riaño, en lo que fue la primera jornada del grupo B de la Copa de la Liga Profesional.
El primer tiempo tuvo un comienzo positivo para Independiente, que presionó arriba e intentó ahogar a un rival que no podía agarrar el balón. Sin embargo, esta idea le iba a durar muy poco al elenco de Lucas Pusineri, ya que se encontraría tempranamente con la ventaja. A los siete minutos, un tiro de esquina desde la derecha que ejecutó Andrés Roa tuvo una intercepción de Brian Martínez hasta que Claudio Riaño empujó la pelota en su propio arco. El Rojo ganaba 1-0 desde temprano.
A partir de allí, el trámite del partido cambió rotundamente. Central Córdoba empezó a manejar los tiempos, tuvo claridad con Cristian Vega y un Pablo Argañaraz que siempre que se acercó al área del Rojo, fue muy peligroso para la defensa. Independiente apostó a buscar el segundo gol desde el contragolpe y dejó arriba solo al colombiano Roa y a Nicolás Messiniti. Sin embargo, esto no alteró los planes del elenco de Berti.
A los 28 minutos de la primera parte, llegó la primer situación clara para el equipo Ferroviario. Un centro desde la izquierda que derivó en Ismael Quilez, quien buscó a Claudio Riaño y este rebotó para Pablo Argañaraz, que pinchó la pelota y con el pie, Sebastián Sosa salvó al Rey de Copas del empate. Sin embargo, no fue todo. Minutos más tarde, Andrés Roa perdió la pelota en la mitad de la cancha, lo que permitió el contragolpe del conjunto anfitrión: un pelotazo largo de Ismael Quilez para la aparición sorpresiva de, nuevamente, Argañaraz, quien le ganó la espalda a Alan Franco y tras rematar, el palo le dijo que no. El primer tiempo se iba con una ventaja algo milagrosa…
El complemento dejó un semblante diferente. Central Córdoba dejó de acercarse con peligro, fue impreciso y ante esa situación, Independiente -inequivocamente- no salió con ganas de liquidar el partido. Lucas Pusineri realizó distintas modificaciones para lograr mayor claridad después de tres cuartos, pero consiguió pocos resultados. ¿Lo positivo? Mantuvo la posesión de la pelota, con confianza y sin nervios de perderla.
Pero el fútbol nunca da respiro, ni para la última jugada. En el tercer minuto de los cinco descontados, un tiro de esquina desde la derecha derivó en un fuerte cabezazo del arquero de Central Córdoba, el Oso Sánchez, pero su remate se fue desviado tras otra gran atajada de Sebastián Sosa.
Independiente volvió a ganar, empezó la Copa de la Liga Profesional con el pie derecho y a pesar de que hayan jugado los suplentes, la identidad futbolística no apareció. “Con victorias, el buen juego llega”, decía Ricardo Pavoni. ¿Podrá darse? ¡Que sirva para de trampolín anímico!
