El central se fue expulsado por doble amarilla. La primera fue en ataque y significaba la quinta. La segunda cuando se jugaba la segunda media hora de partido. Obviamente, se pierde la final ante San Martín de San Juan.
Cristian Tula como siempre dejó todo. En el comienzo, fue a buscar un tiro de esquina y en su arrebato cabeceó a un rival. Ambos cortados en su cabeza. En el caso del central de Independiente terminó jugando con una venda roja durante todo el encuentro. Para colmo, cada vez que iba al cruce recibía un golpe en la herida lo que provocaba que a cada rato se resintiera la zona y la sangre vuelva a hacerse ver.
Sin embargo eso no impidió que sea nuevamente uno de los pilares en defensa, aunque Lanús no haya exigido mucho en dicho sector. Es más, en el segundo tiempo, el Rojo adelantó líneas y los centrales fueron a buscar cada vez más arriba. En un anticipo Tula hizo una heroica e intentó desbordar. Al perderla, quiso detener la contra y recibió la amarilla.
Esa era la quinta y si bien era una complicación por la ausencia de Mancuello por la misma situación, también se limpiaba la acumulación de tarjetas. Sin embargo, cerca de la segunda media hora de partido un pelotazo largo de Lanús y una salida tardía del Ruso Rodríguez provocó que Tula cerrara y con el mismo envión fue al piso para anticiparse al delantero y le pegó abajo. Delfino, correctamente, no dudó y le mostró la segunda amarilla que terminó en la expulsión del central. Complicado para armar la defensa.
