Para rememorar la última vez que Independiente logró ganar el Clásico, sólo hay que volver hasta el pasado Torneo de Transición. En ese entonces, el Rojo venció por 2 a 1 con goles de Sebastián Penco y Federico Mancuello. Diego Milito para los albicelestes.
Era el primer clásico luego del ascenso a Primera División. Y al igual que el último clásico antes del descenso a la B Nacional, Independiente dejó las realidades de lado y le ganó a su rival de toda la vida como siempre. Como manda la historia. Fue un gran desahogo para todo el mundo Rojo.
El duelo empezó complicado, ya que Milito había abierto el marcador. Pero luego el ídolo de la contra se lesionó y tuvo que salir. Y en una ráfaga el local lo dio vuelta. Primero Penco mandó adentro un centro de Mancuello. Y luego Mancu anticipó a Sebastián Saja para aprovechar un gran centro de Daniel Montenegro y poner el 2 a 1. Ese fue, sin dudas, un punto de inflexión para Fede. Primero porque terminó de concretar su gran momento personal. Pero además, porque fue su primera gran ovación. Ya tenía el cariño de la gente, pero con ese gol se recibió. La hinchada coreó su nombre como nunca. Aunque luego fue algo que se hizo costumbre.