¡Repaso completo de un año que dejó más malas que buenas!
El 2020 llega a su fin y, más allá de la pandemia que paro durante varios meses la competencia futbolística, fue una temporada que dejó mucho que desear para Independiente. Un equipo con pocas ideas de juego, desorden dirigencial y objetivos no cumplidos fueron aspectos que se dieron a lo largo de este año atípico.
El año comenzó con el arribo de Lucas Pusineri como entrenador del primer equipo luego de la salida de Sebastián Beccacece y el breve interinato de Fernando Berón. Los primeros encuentros del ex jugador del club al mando de la dirección técnica fueron duros, ya que River, Boca, Rosario Central y Racing fueron los primeros rivales de su ciclo.
Cabe aclarar que previo al reinicio de la Superliga no llegaron refuerzos al club y se dieron bajas importantes en el plantel como las de Nicolás Domingo, Nicolás Figal, Martín Benítez y luego de su expulsión ante Boca se dio la salida de Pablo Pérez.
En cuanto a resultados no hubo un comienzo auspicioso, debido a que se dieron una derrota ante River, un empate ante Boca y aunque en el medio hubo una contundente goleada por 5 a 0 ante Rosario Central, en el Clásico de Avellaneda se daría un 1 a 0 en contra cuando Racing jugó buena parte del partido con 9 jugadores.
En la Copa Sudamericana el equipo empezaría con el pie derecho por la victoria como local ante Fortaleza de Brasil por 1 a 0, mientras que en la vuelta el resultado fue 2 a 1 en contra, pero avanzó por el gol de visitante convertido sobre el cierre del partido por un jugador rival.
En el torneo local un empate ante Arsenal, dos derrotas frente a Gimnasia y Huracán y tan solo una victoria ante Central Córdoba dejarían al Rojo en la posición 14 de la tabla de posiciones algo que no ocurría desde el regreso de la institución a Primera División.
La Copa de la Superliga era otro objetivo y comenzó con victoria por 1 a 0 ante Vélez, pero luego de ese encuentro comenzaría la cuarentena que cesaría la actividad futbolística durante varios meses.
Durante el largo período de inactividad se darían varios sucesos turbulentos en el club. Previamente se dio el arribo de Jorge Burruchaga como Manager que desde el comienzo no compartía el hecho de que Pusineri permanezca al mando del primer equipo.
El éxodo de jugadores quedaría muy marcado por las condiciones en sus salidas, ya que Martín Campaña, Gastón Silva y Fernando Gaibor iniciaron acciones legales en contra del club por incumplimiento de pagos y se declararon en libertad de acción. Por otro lado, Juan Sánchez Miño, Cecilio Domínguez, Leandro Fernández y Lucas Albertengo fueron otras de las bajas importantes.
Un mercado de pases diezmado por las bajas y tan solo con cuatro refuerzos. Un equipo que se preparaba para disputar la Liga Profesional con la inclusión de varios juveniles en el plantel. Al reiniciar la competencia el equipo obtendría buenos resultados, pero sin una idea consolidada de juego siendo por momentos el arquero Sebastián Sosa la figura en varios encuentros.
Entre Copa Sudamericana y torneo local hubo una racha de 13 encuentros sin conocer la derrota lo que le permitió al Rey de Copas clasificar a la Zona Campeonato por finalizar segundo en su grupo y tener la chance estar entre los ocho mejores del certamen continental.
Al llegar a estas dos instancias el equipo parecía llegar motivado, pero la derrota 3 a 2 ante Huracán cortó la racha positiva y la dura caída 3 a 1 ante Lanús por la vuelta de los cuartos de final dejaron a la vista las falencias del equipo que se quedaba sin la posibilidad de avanzar en la Sudamericana con el agregado de que se achicaba el margen para disputar una copa en el 2021.
La victoria ante Argentinos Juniors sirvió para calmar las aguas luego de una semana complicada en donde se discutió la continuidad del entrenador que al parecer seguirá en su cargo, pero no así Jorge Burruchaga que tras no tener peso en las decisiones dejaría su puesto de manager.
Un 2020 que profundizó no solo la crisis futbolística, sino la institucional. Deudas, jugadores que se marchan en litigio y una institución que nada se parece a la de tres años atrás. Una cúpula dirigencial que parece estar enfocada en otras cuestiones y sigue sin confeccionar un proyecto serio que dure en el tiempo. Un Independiente que necesita cambios desde su base para volver a los primero planos del fútbol local y sudamericano.
