Un día como hoy pero hace tres años, Independiente bailó a Flamengo en Río de Janeiro y volvió a dar la vuelta frente a su hijo brasileño.
El 13 de diciembre de 2017 fue un día que todo hincha de Independiente recordará para toda la vida. Aquella noche, el Rey de Copas fue al Maracaná con un 2-1 a favor en la final de la Sudamericana y, con un gol de penal de Ezequiel Barco, empató 1-1 y volvió a dar la vuelta en el patio de su casa ante Flamengo, como en 1995.
Había pasado una noche larga el Orgullo Nacional en la previa a la final, ya que los hinchas del Mengao agredieron a los hinchas del Diablo y quisieron hacer lo propio con el plantel, que se encontraba alojado en el hotel.
Sin embargo, y a pesar del entendible miedo que tenían los cariocas de que Independiente vuelva a levantar una Copa en su cancha, el Rey de Copas pisó fuerte, bailó al local en los 90 minutos y se convirtió en el único equipo extranjero en dar la vuelta dos veces en el Maracaná (Liga de Quito lo había logrado en la Sudamericana 2009, contra Fluminense). ¡Contra el Rojo te es imposible, hijo!
Fue 1-1 con gol de Esequiel Barco de penal y fiesta en Río de Janeiro, en Avellaneda y en todas partes del mundo donde había un hincha del Rey de Copas.
