Luego de cada partido de Independiente, como es habitual, en InfiernoRojo se procede a analizar todos los vaivenes del encuentro para así desglosar las claves que llegaron al resultado final. Pero en el empate ante Lanús, no hay análisis posible: se empató un partido increíble.
Independiente dominó gran parte del partido al rival: contó con innumerables situaciones de gol, una tras otra. Centros a la olla, disparos de media distancia, jugadas elaboradas, hasta un penal. Definitivamente no hay análisis posible en un partido que se debió ganar de punta a punta.
Incluso con el gol del empate, Lanús prácticamente no pasó la mitad de la cancha en el segundo tiempo. Sólo en los primeros veinte minutos de partido Independiente se vio dominado por el Granate. Pero emparejadas las cosas, el Rojo se dedicó a atacar, atacar y atacar. Constantemente.
Y es cierto que en algunas situaciones puede decirse que el equipo no estuvo fino para definir, pero también hay que mencionar que Esteban Andrada fue la gran figura del equipo visitante, tapando un penal y varios remates clarísimos del Rojo. Y para no dejarlo afuera, el factor suerte sin dudas no estuvo del lado del equipo de Ariel Holan: rebotes que no quedaron, desvíos que fueron para los rivales y pelotas bollando en el área que no pudieron ser empujadas fueron el gran reflejo de eso.
