Connect with us

Un futuro cierto: Diego Rodríguez

diego rodriguez1

Nació en Capital Federal, pero se crió en Mar del Plata. Nunca creyó que podría regresar al Gran a Buenos Aires y  disfrutar este presente en la nómina de arqueros con los que cuenta Américo Rubén Gallego. Diego Rodríguez, de tan sólo 20 años, sigue creciendo y espera una posibilidad para integrar el primer equipo de Independiente.

Humilde, atento en cada pregunta y pensante ante cada respuesta que brinda, el joven dueño del arco del seleccionado Sub-20, recuerda alegremente la difícil decisión que debió tomar junto a su familia para viajar con tán solo 14 años a la pensión y comenzar a ser participe de la historia del equipo más grande de Avellaneda.

“Independiente viajó con sus Divisiones Inferiores a disputar un amistoso frente al club marplatense Cadetes de San Martín, donde yo atajaba en aquel entonces. Me vieron en ese partido y como les gustó mi actuación decidieron convocarme para que ataje defendiendo los colores del Rojo en un torneo que organizaba Nike en Buenos Aires. Cuando terminaron los encuentros me llamó Chanana Rambert y me dijo que arme el bolso y me fuera para La Feliz otra vez… pero que regrese al lunes siguiente listo para practicar porque me iba a quedar en la pensión, rememoró.

¿Cómo fue el hecho de dejar a tu familia y venir a un lugar donde no conocías a nadie?

Tuve Suerte en ese sentido porque estuve muy bien contenido en la pensión y mis viejos viajaban todos los fines de semana para verme. Además jugué siempre, así que la pasaba bien. Siempre los jugadores más grandes te dan una mano, te aconsejan. Apenas llegué me presentaron a Adrián (Gabbarini) y me hice muy amigo de él, ya que compartíamos el cuarto.

¿Qué significa para vos haber entrenado con Santoro?
Entrenar con él me sirvió mucho. Además de ser una gran persona te enseña cosas que te ayudan a mejorar mucho día a día. Desde la técnica individual hasta la coordinación, sin olvidarse del juego aéreo. Cuando viajaba para visitar a mi familia no podían creer que Pepé fuese mi entrenador; menciono su nombre y me miran con asombro. Para mi es normal, aunque le guardo un gran respeto.

¿A qué edad crees que un arquero madura para hacer su debut en Primera División?
Creo que no existe una edad estipulada para el debut de un arquero en Primera. Eso llega cuando menos lo esperás. Cuando entrenaba con Oscar (Ustari) lo veía y no podía creer que estuviera tan capacitado para consolidarse en el arco de un club tan grande con sólo 19 años. Ahora, lo miro a Gabbarini y me sorprende la pasividad que demuestra en cada pelota. Tampoco me olvido de los Molina…

¿Un referente?
Me gusta mucho como ataja el brasileño Julio César. El actual arquero del Inter simplifica las jugadas, sale bien arriba y tiene buena pegada.

Dentro del plantel del Rojo, ¿a qué delantero te cuesta mucho descifrarle la manera de pensar cuando te encara?
Sin lugar a dudas, al Cuqui Silvera. Es muy inteligente; en los partidos parece que le pega despacio a la pelota, pero para mi es muy veloz y no te da un segundo para que te acomodes. Además, cuenta con una riqueza técnica admirable. Nunca sabés dónde te puede definir.

Bueno, pero vos también definís bien, sino preguntale al arquero de la Reserva de San Lorenzo…
(Risas varias) “Quedaba un minuto de juego y perdíamos 2 a 1 en el Bajo Flores; teníamos un córner a favor y pensé en ir a cabecear; lo miré a mi técnico Cayetano Rodríguez y no me dijo nada, entonces salí corriendo. Cuando llegué al área vino el centro desde la izquierda, un compañero peinó la pelota y me quedó servida a mí. Le pegué de derecha y, pese a ser zurdo, la pelota entró bien pegada al palo izquierdo. Salí corriendo pero no sabía cómo festejar el gol. En la semana me cargaron todos en las prácticas. Andá a cabecear, me decía el Chipi (Gandín)”.

El Ruso fue elegido Mejor Jugador Juvenil en 2008 por la AFA y continúa con sus sueños de gloria, con ansias de consagrarse en la primera del Rojo. “Llegué al club desde muy chico y me empecé a sentir hincha disfrutando mucho de los clásicos, de dejar todo por la camiseta, del cariño que me demuestra la gente. Ahora mi objetivo es afianzarme en Primera y poder dar lo mejor para Independiente”.

Ayer la Doble Visera de cemento fue testigo de la presencia de grandes arqueros como lo fueron Santoro, Luis Alberto Islas, Faryd Mondragón, Lucas Molina y Oscar Ustari, entre otros. Actualmente, el recientemente bautizado Libertadores de América está dispuesto a seguir con la tradición de albergar guardametas de jerarquía. Diego se ilusiona y espera su turno para poder afianzarse y soñar con un futuro cierto dentro del club que ya se metió en su corazón.

Mirco Salsa para InfiernoRojo

Advertisement
Connect