Julio Falcioni quiere refuerzos, pero Independiente se encuentra en un estado crítico económicamente. ¿Qué sucederá durante las próximas semanas?
Es sabido que la situación económica de Independiente no es la mejor. Las locuras cometidas con fichajes como los de Fernando Gaibor, Alexander Barboza, Andrés Roa y Cecilio Domínguez, por nombrar algunos casos, dejaron comprometido al Rojo, y la pandemia agravó las cosas al igual que sucedió en todos los clubes.
Sin embargo, y con justa razón, Julio Falcioni pretende reforzar el plantel. El Emperador entiende que al Rey de Copas le faltan futbolistas para lo que viene, por lo que pidió, en un principio, un defensor central y un volante interno. Es clave entender que el entrenador pidió puestos, no nombres concretos, entendiendo que el club irá por lo que pueda incorporar, y luego el DT evaluará.
Claro está que, por el momento, la dirigencia debe encargarse de levantar las inhibiciones. Independiente debe abonar un total de casi 2,9 millones de dólares, traducidos en 130 mil de la divisa estadounidense a Chongqing Lifan, otros 1,8 millones a Torino por Gastón Silva, y otros 950 mil a Francisco Silva.
Esto, claro está, limita al Rojo a la hora de negociar. Las arcas no pasan por su mejor momento, y la institución apenas está tratando de juntar el dinero para poder liberarse e incorporar refuerzos, además de cumplir con los sueldos del plantel. Es por esto que hoy la mejor opción parece ser ir por los que se encuentran libres, ya que la dirigencia solo tendría que negociar con el jugador, y se evitaría hacerlo con otro club que pediría mucho más dinero.
En conclusión, primero hay que levantar las inhibiciones que aquejan a Independiente, y luego hay que revisar qué refuerzos se pueden incorporar para satisfacer a Julio Falcioni. ¿Podrá la Comisión Directiva satisfacer los deseos el Emperador?
